Bruce Nauman, Indiana,1941.



viernes, 7 de diciembre de 2012

Es Navidad con Joseph Brodsky



Durante los últimos veinticinco años de su vida, el poeta ruso Joseph Brodsky (Leningrado, 1940- Nueva York, 1996) escribió ritualmente poemas especiales para la Navidad. Aunque es casi imposible la versión bilingüe con alfabeto cirílico incluido, la traducción de Svetlana Maliavina y Juan José Herrera en Visor, suena muy bien y logra transmitir un poema  mágico  por la mezcla de ingenuidad y sabiduría.
Junto a los versos, los ángeles cantores de Piero della Francesca y la solemnidad de la Overtura de El Mesias de Haendel sirven para recordar  esta época del año.
Piero della Francesca, Natividad, (det.), h 1475, ól/tb, 124 x 123. National Gallery




                                                                    25. XII. 1993



¿Qué hace falta para un milagro? A una zamarra de pastor,

un granito de ayer y una pizca de hoy
y mañana, añádeles a ojo
un trocito de espacio y una miga de cielo.

Y el milagro se hará. Porque los milagros
gravitan en torno a la tierra y guardan
nuestras direcciones. Y tanto es su afán por encontrarnos
que incluso en el desierto dan con quien lo habita.

Y, si dejas tu casa, al despedirte,
enciende la estrella de cuatro velas
para que ilumine el mundo vacío, y te siga
con su mirada por los siglos de los siglos.

                                                                                 1993











Joseph Brodsky, Poemas de Navidad, Visor





lunes, 22 de octubre de 2012

EGON SCHIELE / El Expresionismo en Viena



Egon Schiele (Tully 1890-Viena 1918),  vivió en la Viena  del cambio de siglo y  los últimos años del Imperio Austrohúngaro. La caída de aquella compleja estructura política y social,  siempre en equilibrio  precario, la  añoraría años después  Joseph Roth en     La marcha  Radetzky.
La  obra de Schiele consta de unos 300 óleos y 3000 obras en papel, a  lápiz, acuarela o guache, una  parte de las cuales se conservan  en el  Albertina de Viena. Desde allí  han llegado  110 dibujos  al Guggenheim de Bilbao.
Es una obra  extensa si se tiene en cuenta que Schiele  murió  muy joven en 1918, aunque no en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, lo que le hubiera correspondido por edad , si no por  la llamada gripe española . Unos días antes,a causa de la misma epidemia, había muerto su mujer embazada de ocho meses, y unos meses antes Klimt y poco después en París el poeta Apollinaire...y así hasta varios millones de europeos.


 Viena era  la capital de un  Imperio formado por distintos países cuyas costuras estaban  a punto de estallar durante el reinado del anciano Francisco José y con el que acabaría  la Primera Guerra Mundial . Y aunque se presentía que el fin del mundo estaba cerca, era la ciudad activa y efervescente de Gustav Klimt, Oscar Kokoschka,  Joseph Olbrich, Adolf Loos, Joseph Roth, Robert Musil, Hermann Broch, Arnold Schönberg, Alban Berg,Wittgenstein, Karl Kraus, Stefan Zweig y ...Freud, entre otros . Todos ellos contribuyen a que la decadencia fuera esplendorosa y   el canto del cisne del Imperio de los Habsburgo   un estallido cultural  que apuntaba a   los nuevos tiempos.

Schiele a los dieciséis años ingresa en la Academia de bellas Artes de Viena. Conoce a Gustav Klimt que fue su amigo y mentor. Para romper con el academicismo oficial Klimt había fundado en 1897 la Secesión Vienesa y Schiele, al acabar sus estudios,  crea junto con sus amigos el Grupo de los Nuevos Artistas . En 1910 dando  un giro a su estilo  logra un tipo de representación que supone una visión completamente personal: sobre el papel construye  formas con una  linea aguda, nerviosa,de trazos cortos, cargada de tensión  y logra que a pesar de la fuerte estilización en que están contenidas las figuras,y las poses marcadamente antinaturalistas, posean una viveza e inmediatez que acaba imponiéndose con fuerza al espectador.

Como recoge Frank Whitford en Retratos expresionistas: intuición, percepción y trascendencia eran los medios y la meta del artista para partiendo de la realidad aparente  llegar al centro del objeto y dar la verdadera imagen del mundo con sinceridad estética, sin falsificación. Esta era la finalidad del arte según el escritor Kasimir Edschmid, de la generación de Kokoschka y Schiele.
Para alcanzarla los pintores expresionistas contaban con sus sentimientos y la intuición. Si pintaban un paisaje  , no era la topografía lo que trataban de reflejar sino las reacciones emocionales provocadas en ellos por el espacio rural o urbano representado .
Schiele también buscaba, como sugería Edschmid,  el camino hacia esa verdad nueva  dentro de sí mismo dando una respuesta subjetiva a la experiencia.Fue un dibujante excepcional, despojado y expresivo y un colorista arbitrario y certero de tonos estridentes, y a veces lívidos, cadavéricos; un creador de imágenes que  no recuerdan más que a él;  en  Habitación del artista expresa plásticamente su admiración por  Van Gogh  pero también sus acusadas diferencias.


Habitación del artista, según Van Gogh                 Habitación del artista, según  Schiele


En su corta vida Schiele se muestra como un creador de imágenes cargadas de energía y  belleza distinta y provocadora ; la mayor parte  de un erotismo explícito,a veces rozando la pornografía, con un dramatismo   implacable, sincero,sin concesiones ;  a menudo las imágenes  no pueden evitar  crear un distanciamiento  por la  frialdad  casi clínica, tal vez por estar  inspiradas en fotografías de documentales médicos ,como los que hacía sobre la histeria Charcot en París.Otras veces, cuando  las modelos son casi niñas que posan con inocente procacidad inducida  , resultan de una  turbiedad perturbadora .

En 1910 Schiele  deja Viena y se instala en Krumau donde realiza  dibujos más abiertamente eróticos. Utiliza modelos femeninos infantiles que presenta en posturas provocativas,ojos  sombreados , medias que se deslizan...Su pareja y modelo Wally tiene diecisiete años;esto y  emplear  niños como modelo para crear imágenes ambiguas...más la denuncia  de un padre,  serán las acusaciones que le llevarán a la cárcel en 1912, tenía 22 años.




>
 



Pasó 24 días en la cárcel pero  Heinrich Benesch, un mecenas modesto pero entusiasta, hizo cuanto pudo para conseguir que sufriera lo menos posible durante los días que estuvo encarcelado y finalmente  avalado por su amigo el pintor  Klimt fue puesto en libertad. Este hecho recuerda  la ambigüedad en que parece moverse Schiele entre la perversidad y la inocencia; el inconformismo y el deseo de triunfo artístico y económico  y una  sexualidad  hecha  de desesperación existencial  en que parece encarnarse el concepto de Eros y Tanatos, en la Viena de Freud, precisamente.

En 1914, después de dudar entre  dos hermanas de clase burguesa, Edith y Adele Harms se casa con Edith. Según algunos el matrimonio le estabilizó , lo cierto es que su estilo hacia 1915 se hace más monumental y sereno.
El desnudo femenino y él mismo fueron sus temas preferidos .Fue  narcisista con mayor intensidad  que Rembrandt. Rembrandt realizó cien autorretratos de todas las etapas de su vida,  los mismos que Schiele, pero Rembrandt vivió 63 años y Schiele sólo 28. Desde alguno de ellos mira a los espectadores  de forma directa e ineludible. 


                                                  Árbol con tutor, 1912



Entre los dibujos expuestos que hizo en prisión hay uno que permanece en la retina después de abandonar la exposición , Árbol con tutor,   y queda la duda de que  se trate de un autorretrato por otros medios,  del  rompedor , calculador y egocéntrico,  extremadamente sensible y vulnerable y frágil  Egon Schiele a quien le llegará el triunfo artístico pronto, 1918, demasiado tarde para él y los suyos.


Relacionado:
EGON SCHIELE en 1918/ "La Familia"

jueves, 27 de septiembre de 2012

W.H.AUDEN: El Compositor

Sólo tus notas son puro artefacto/ Only your notes are pure contraption 
 y regalo absoluto tu canción, /Only your song is an absolute gift
                   
                                                                              ***

Auden muestra una vez más la capacidad de la poesía para condensar pensamiento y magia y encontrar la forma  adecuada de expresar ideas complejas en  las  líneas  cortas, - ni siquiera ocupan el ancho de la hoja en blanco-, que son los versos. Como otros grandes poetas, Auden, "sabe ver lo que importa  y hacérnoslo memorable",  dice  de él Alvaro García el traductor de esta  edición.

Este poema es aplicable a  cualquier creador de buena música y no sólo de la llamada clásica, pero sin duda a Bach y Beethoven. Sobre todo cuando abandonan la tradición y quedan suspendidos en el vacío, solos con su artefacto-canción-imaginada, iniciando caminos nuevos.

Bach en muchas de sus obras que se despegan del "estilo de  época" y lo rebasan; Beethoven construyendo La Gran  Fuga de los últimos cuartetos o la Arietta de la Sonata 32, cuyos  aires  " jazzísticos",    parecen, saltando sobre el tiempo,  llegar hasta la orilla del ragtime...
 


EL COMPOSITOR


TRADUCEN  los demás: el pintor deja
ante la vista un mundo, amable o no.
Registrando en su vida, el poeta halla
imágenes que hieren o nos llegan

y adapta con cuidado Vida y Arte,

confiándonos el paso de ese abismo.
Sólo tus notas son puro artefacto
y regalo absoluto tu canción.

Vierte tu ser, delicia que es cascada

en la rodilla y médula espinal
e invade nuestro clima de duda y de silencio.

Canción imaginada, sólo tú

no hablas del error de una existencia
y corre tu indulgencia como un vino

                                         "Arietta",Sonata nº 32, Op.111


  THE COMPOSER

ALL the others translate:the painter sketches
A visible world to love or reject;
Rummanging into his living, the poet fetches
The images out that hurt and connect.

From Life to Art by painstaking adaption,

Relying on us to cover the rift;
Only your notes are pure contraption,
Only your song is an absolute gift.

Pour out your presence, a delight cascading

The falls of the knee and the weirs of the spine,
Our climate of silence and doubt invading;

You alone, alone, imaginary song,

Are unable to say an existence is wrong,
And pour out your forgiveness like wine.


TOMÁS MARCO, músico.El País, 8 oct.2012:"Hay que comer de todo, en la música también"
W.H.AUDENOtro tiempo. Editorial PRE-TEXTOS

martes, 15 de mayo de 2012

Cézanne, autorretrato objetivo y retrato apasionado




           Qué hace especial a Cézanne
Lo que se llama movimiento moderno comienza con la determinación de un pintor francés de ver el mundo objetivamente, no como se ve por costumbre; sino como una realidad  a descubrir, sin intervención de la racionalidad ni de las emociones, sólo con los datos que aporta la retina.  ("martir de la retina", le llama Alberti.)
Los Impresionistas habían visto el mundo subjetivamente, según se presentaba en diversas luces o desde distintos puntos de vista. Pero Cézanne luchaba por penetrar la realidad que no cambia, la que permanece bajo la aparente imagen que presentan los sentidos. 
Dice Herbert Read que la persona ingenua cree que sólo hay una manera de ver el mundo, la presentada por su propia visión inmediata, pero vemos lo que aprendemos a ver y la visión se convierte en un hábito, una selección parcial y así vemos lo que ya sabemos  y esperamos ver
Captar las sensaciones emitidas por el objeto , olvidar lo visto y en presencia de la naturaleza, trasladar las percepciones    visuales obtenidas  al lienzo. Esta era la sencilla   idea en la que persiste tozudamente Cézanne y que hizo de él un revolucionario.

Cuando  Cézanne se encierra el Aix-en-Provence para llevar a cabo el  programa que se ha impuesto se le pueden aplicar retrospectivamente las palabras que escribirá en 1902 Paul Klee sobre sus propósitos artísticos:
"Quiero ser como un recién nacido, no saber absolutamente nada [...]; ignorar hechos y modas, ser casi un primitivo.[...] Luego quiero hacer algo muy modesto, procurarme a solas un diminuto "motif" que mi lápiz pueda abarcar sin técnica alguna. Según veo las cosas, los cuadros llenarán más que mi vida entera...No es tanto cuestión de voluntad como de destino".
Ese diminuto motif de Klee será la pequeña sensación de Cézanne, trasladar al lienzo cada  percepción de forma y color hasta construir el objeto, en su verdad plástica y en su peso, según el modelo de la naturaleza, no mediatizado por la rutina y la costumbre.
Autorretrato con paleta, 1885,Zurich.
Tiene 46 años y  sus pinturas siguen siendo rechazadas en los Salones, pero Manet al que ha conocido en París,admira sus naturalezas muertas.Ha vuelto a trabajar a Aix en Provence sin sospechar que el éxito que se le niega y que le lleva a protestar  en una carta al delegado de Bellas Artes ("...Je ne pouis accepter le jugement illègitime de confrères auxqueles...") llegará a su pintura arriesgada y experimental un año después de su muerte, cuando en 1907  se le haga una gran retrospectiva y  ese éxito se mantiene.



Rafael Alberti antes que poeta pensó ser pintor y sabía todo sobre pintura y cada uno de sus entresijos y lo que Cézanne significaba. En el poema que le dedica va desgranando una a una las peculiaridades del pintor, tanto de su carácter como de su pintura -que en Cézanne se funden- y acaba definiendo en un intenso poema  las obsesiones biográficas y plásticas que hacen de este pintor que supeditó su vida a la Pintura ,un artista crucial en la evolución del arte occidental


CÉZANNE


Tenaz, penoso lento

aprendiz de pintor. Aprendizaje
en toda la extensión del sufrimiento.
Plantado humilde enfrente de un paisaje.


La plástica, diaria, muda vida
es una interminable, trabajosa mañana,
una cosa cualquiera, definida:
la manzana, el reloj, la damajuana.

¡Oh combatiente,

dulce cruel, oh solitario,
agresivo prudente
dios primario!
¡Oh pobre , oh preso,
para quien la pintura es una pura
cárcel de un sólo nombre: la Pintura,
la solidez, el peso!

Modulado, medido, que acompasa

la nube, el árbol masa,
la dispuesta
tonalidad graduada, yuxtapuesta;
el son, el denso exacto
del mar, bloque compacto;
la perseguida
pincelada
cortada,
dirigida.

Te conoce el azul, te reconoce

el nuevo tema:
la forma, el pleno goce
de la forma, color pleno en esquema.

Muriente encadenado

del cenital pincel, clavada espina;
San Sebastián herido de los ojos, doblado
mártir de la retina.

Pintor: en tu verdad más verdadera

todo se determina
por el cubo, el cilindro y por la esfera.


Rafael ALBERTI, 
A la pintura


domingo, 15 de abril de 2012

"UN FRÍO OTOÑO"/ Iván BUNIN -y 2




Iván Bunin (1870-1953), Nobel de Literatura  1933, y  primer nobel ruso;  a pesar de la calidad literaria, -por complejas razones de tipo  sociológico e histórico, señaladas en el prólogo de esta edición-, es menos conocido que otros grandes escritores rusos. Era leído y admirado por Rilke, Mann o Gide... y más discretamente por escritores de la Unión Soviética que él había abandonado  en 1919 convirtiéndose en "un traidor emigrado".

  Un frío otoño, la escribió en el sur de la Francia, alejado del París ocupado por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Destaca en ella lo que Nabokov, -a quien tanto admiraba y leía Bunin-, llamó "diestro manejo de la realidad"en una narración  breve condensa sin perder profundidad y emoción   parte de su propia biografía. La Guerra del 14, la vida antes de la Revolución para los de su clase social, y tras la Revolución, la Guerra  Cívil entre el Ejército Rojo y el Ejército Blanco de Denikin, la  derrota, la emigración y  la nostalgia...  con un envolvente  poder de evocación. 


[2ª de las dos historias rusas de Bunin]



UN FRÍO OTOÑO
 "En junio de aquel año nos visitó en nuestra hacienda. Siempre le habíamos considerado uno más de la familia porque su difunto padre era amigo y vecino del mío. El 15 de junio el archiduque Francisco Fernando fue asesinado en Sarajevo. El 16 por la mañana nos trajeron los periódicos de la estafeta de Correos. Mi padre salió de su despacho con un periódico vespertino de Moscú en la mano y entró en el comedor, donde todavía nos encontrábamos él, mi madre y yo.
-¡Bueno, amigos míos, es la guerra! -exclamó-. En Sarajevo ha sido asesinado el príncipe heredero austriaco.¡Es la guerra! 
El día de San Pedro llegaron muchos invitados, pues era el santo de mi padre; después de la cena se anunció nuestro compromiso. Pero el 19 de junio Alemania declaró la guerra a Rusia...
En septiembre nos hizo una visita de sólo veinticuatro horas para despedirse antes de partir al frente. (Todos pensaban entonces que la guerra terminaría pronto y nuestra boda fue aplazada hasta la primavera.) Después de la cena, como de costumbre, los criados trajeron el samovar, y mi padre, mientras miraba por las ventanas, que iban cubriéndose de vaho, dijo:
-¡Un otoño extraordinariamente prematuro y frío! 
Durante la mayor parte de la velada guardamos silencio, intercambiando sólo de vez en cuando algunas palabras intrascendentes, ocultando nuestros pensamientos y sentimientos secretos con una serenidad exagerada. También mi padre había pronunciado ese comentario sobre el otoño con fingida ingenuidad. Me acerqué a la puerta del balcón y limpié el cristal con un pañuelo: en el cielo negro, sobre el jardín. centelleaban brillantes, rotundas y límpidas estrellas de hielo. Mi padre fumaba, reclinado en el sillón, y miraba distraído la lámpara incandescente suspendida sobre la mesa; a su luz, mi madre, con las gafas puestas, cosía con el mayor cuidado un saquito de seda -todos sabíamos para qué-, y esa escena resultaba conmovedora y a la vez terrible.

-¿Sigues decidido a marcharte por la mañana, en lugar de hacerlo después de comer?
- Sí, me marcharé por la mañana, si me lo permiten -respondió él-. Es muy triste, pero aún tengo muchas cosas que arreglar en casa.
Mi padre suspiró ligeramente.
-Como quieras, hijo mío. Pero en ese caso mamá y yo nos iremos a la cama, pues queremos despedirnos de ti mañana... 
Mamá se levantó e hizo la señal de la cruz sobre su futuro  hijo; él se inclinó y besó su mano, y luego la de mi padre.
Tras quedarnos solos, pasamos aún un tiempo en el comedor; yo decidí hacer un solitario, mientras él paseaba en silencio de un lado a otro por la habitación; al cabo de un rato me preguntó:
-¿Quieres que demos un paseo?
Yo sentía un peso cada vez mayor en el corazón, y respondí con indiferencia:
-De acuerdo...
Mientras se ponía el abrigo en el vestíbulo, seguía sumido en sus propios pensamientos; luego con una sonrisa dulce, recitó unos versos de Fet:
¡Qué otoño tan frío!
¡Ponte tu chal y tu gorro!
-No tengo gorro -dije yo-. ¿Cómo sigue?
-No lo recuerdo. Creo que es algo así:
Mira, entre los negros pinos
parece alzarse un incendio...
-¿Qué incendio?
- La emergente luna, naturalmente. Hay cierto encanto rústico y otoñal en esos versos: "Ponte tu chal y tu gorro...". Son los tiempos de nuestros abuelos...¡Ay, Dios mío, Dios mío!
-¿Qué pasa?
- Nada, amor mío. Pero me siento triste. Triste, y al mismo tiempo alegre. Te quiero mucho, muchísimo...
Ya con los abrigos puestos, atravesamos el comedor, salimos al balcón y bajamos al jardín. Al principio todo estaba tan oscuro que me cogí de su manga. Luego las ramas negras, salpicadas de estrellas brillantes y metálicas, empezaron a recortarse contra el cielo luminoso. Él se detuvo, se volvió y miró hacia la casa.
-Mira qué luz tan especial y otoñal se refleja en las ventanas. Recordaré esta noche mientras viva... 
Volví la vista y él me abrazó sobre mi capa suiza. Aparté el pañuelo de mohair que me cubría el rostro e incliné ligeramente la cabeza para que me besara. Después de hacerlo, me miró a la cara.
-¡Cómo te brillan los ojos! -dijo-. ¿No tienes frío? El aire es completamente invernal. En caso de que me maten ¿me olvidarás enseguida?
Yo pensé: "Supongamos que le matan. ¿Acaso no llegará un momento en que lo olvide., puesto que siempre acabamos olvidándolo todo?". Y me apresuré a responder, asustada de mis propios pensamientos:
-¡No digas esas cosas! ¡No sobreviviré a tu muerte!
Al cabo de una pausa, pronunció con lentitud estas palabras:
-Bueno, si me matan, te esperaré allí. Vive, sé feliz en el mundo y luego reúnete conmigo.
Yo estallé en un llanto amargo... 
Por la mañana se marchó. Mi madre le puso al cuello ese saquito fatal que había cosido por la noche -contenía un pequeño icono dorado que había llevado en la guerra su padre y su abuelo-; luego, con una especie de febril desesperación, todos hicimos sobre él la señal de la cruz. Cuando de pie en el porche, lo veíamos marchar, acometidos por ese estado de estupefacción que se apodera de nosotros cuando despedimos a alguien antes de una larga separación, sólo sentíamos la sorprendente incongruencia entre nuestras propias vidas y la alegre y solada mañana que nos rodeaba, con la escarcha que brillaba sobre la hierba. Al cabo de un rato, entramos en la casa vacía. Paseé por las habitaciones, con las manos a la espalda, sin saber qué hacer, si estallar en sollozos o cantar a pleno pulmón...
Lo mataron -¡qué palabra tan extraña!- un mes más tarde, en Galitzia. Desde entonces han transcurrido treinta años. He tenido que pasar por muchas pruebas durante todos esos años, que tan largos parecen cuando pienso en ellos con detenimiento y repaso con ayuda de la memoria esa cosa mágica e incomprensible llamada pasado, que ni la mente ni el corazón pueden entender. 
En la primavera de 1918, ya fallecidos mi padre y mi madre, residía en Moscú, en un sótano propiedad de una mujer que tenía un puesto en el mercado de Smolensk y que no paraba de burlarse de mí:"Bueno, excelencia, ¿cómo van sus asuntos?". También yo me dedicaba al comercio y, como muchos otros en esa época, vendía a los soldados, vestidos con gorros de  piel y capotes desabotonados, las pertenencias que todavía me quedaban: un anillo, una pequeña cruz o un cuello de piel comido por la polilla.
Un día mientras traficaba en la esquina de Arbat y el mercado conocí a un hombre maduro y extraordinario, de alma noble, un militar retirado; poco después nos casamos y en el mes de abril nos marchamos a Yekaterinodar. Tardamos casi dos semanas en llegar; nos acompañaba su sobrino, un muchacho de unos diecisiete años  que también trataba de unirse a los Voluntarios [ejército blanco]; yo iba vestida como una campesina, calzada con chanclos; él llevaba un astroso abrigo cosaco y lucía una crecida barba negra y plateada. Pasamos en las riberas del Don y del Kuban más de dos años. Un invierno durante un huracán, nos embarcamos en Novorossik rumbo a Turquía con una incalculable multitud de refugiados; mi marido murió de tifus en plena travesía. Después de esa pérdida sólo me quedaban en el mundo tres personas allegadas: el sobrino de mi marido, su joven  esposa y su hijita, una criatura de siete meses. Pero al cabo de un tiempo el sobrino y su mujer se embarcaron para Crimea, con la intención de unirse a Wrangel, dejando la niña a mi cargo. Allí desaparecieron sin dejar ningún rastro. Yo seguí viviendo en Constantinopla durante bastante tiempo, ganando mi sustento y el de la niña con enorme esfuerzo y trabajo. 
Luego, como tantos otros compatriotas vagué de un sitio para otro con ella. Bulgaria, Serbia, Chequia, Bélgica, París, Niza...La niña ya muy crecida para entonces se quedó en París y se convirtió en una auténtica mujer francesa, muy hermosa e indiferente del todo a mi suerte; trabajaba en una tienda de chocolates muy próxima a la Madeleine, donde, con sus dedos cuidadosos de uñas plateadas, envolvía cajas con papel satinado y luego las ataba con cinta dorada; yo vivía y sigo viviendo en Niza, pues así lo ha dispuesto Dios...Visité Niza por primera vez en 1912. ¡Cómo podía imaginar, en esos días felices, lo que esa ciudad iba a suponer para mí!

De modo que sobreviví a su muerte, aunque una vez dije en tono impetuoso que no sería capaz. No obstante, cuando recuerdo todo lo que he experimentado desde entonces, siempre me hago la misma pregunta." A fin de cuentas ¿qué ha sido mi vida?". Y me respondo: "Sólo una fría noche de otoño". 
¿Habrá existido ese hombre alguna vez? Sí, claro que ha existido. Es lo único que ha habido en mi vida: lo demás no ha sido más que un sueño innecesario. Y estoy segura, lo creo con toda mi alma, que me está esperando en algún lugar, con el mismo amor y la misma juventud de aquella noche. "Vive, sé feliz en el mundo y luego reúnete conmigo..." He vivido, he sido feliz alguna vez y dentro de poco me reuniré con él. /3 de mayo de 1944


Igor Grabar,  fue pintor, historiador del arte y crítico  ruso aunque nació  en Budapest en 1871, dentro todavía del  Imperio Austro-Húngaro; estudio en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo y murió en Moscú. Realiza un arte figurativo, reconocible por tanto, como preferían las autoridades comunistas. Encuentra la inspiración de su pintura en la naturaleza,  pero también , fue un buen retratista. Dirigió durante casi veinte años y hasta su muerte en 1960 el Instituto de Historia del Arte  de la Academia de Ciencias de la URSS.


jueves, 5 de abril de 2012

"EL CÁUCASO" / dos historias rusas de IVÁN BUNIN .-1




Iván Bunin (1870-1953)  Premio Nobel de Literatura  1933,   primer nobel de su país, que  a pesar de su calidad literaria, -por complejas razones de tipo  sociológico e histórico, señaladas en el prólogo de esta edición-, es menos conocido que otros grandes escritores rusos. Fue amigo de Chéjov y era leído y admirado por Rilke, Mann o Gide... y más discretamente por escritores de la Unión Soviética que él había abandonado  en 1919 convirtiéndose en "un traidor emigrado".


Poeta y narrador estuvo políticamente vinculado a los naródniki  por su posición crítica frente al zarismo, aunque no aceptaron, tras la revolución,el sistema comunista. Antes de 1917 era ya famoso  en Rusia por  los relatos, precisos e intensos, en los que bajo un realismo aparente - de las personas, de las situaciones, de los objetos...- flota lo sutil misterioso que es  vivir; En Gramática de amor y también en otros cuentos ,  lo cotidiano bordea con  natural sencillez lo sagrado,lo insondable y sacude con fuerza al lector, por el dominio técnico de la narración corta que desarrolla   con la precisión,  la exactitud  y el ritmo de un poema.

 El Cáucaso  pone de manifiesto la maestría  de Bunin: su  aguda  capacidad de observación  y  fina sensibilidad poética y psicológica; en la narración  suenan al principio ecos  de Tolstoi -a quien admiraba sobre todos-, pero a medida que avanza el cuento,  la sutileza, la levedad de lo tenue  y expresivo, recuerdan a Chéjov, de quien en principio se sintió lejano al considerarle excesivamente moderno,pero desde finales de siglo trató  asiduamente  y supo valorar. 


EL CÁUCASO


Cuando llegué a Moscú me alojé furtivamente en una oscura casa de huéspedes situada en un callejón próximo al Arbat, y allí entre un encuentro con ella y el siguiente, llevé la tediosa existencia de un recluso. Durante esos días ella sólo vino a verme en tres ocasiones; siempre llegaba apresurada diciendo:
-Sólo puedo quedarme un minuto... 
Estaba pálida, con la delicada palidez propia de las mujeres enamoradas e inquietas, y hablaba con voz entrecortada; nada más entrar, dejaba la sombrilla en  cualquier parte, se levantaba con premura el velo y me abrazaba, llenando mi alma de ternura y de pasión.
-Me parece -decía- que sospecha algo, que incluso sabe algo; tal vez  haya leído alguna de sus cartas o haya encontrado la llave que abre mi escritorio...Le creo capaz de todo pues tiene un carácter cruel y orgulloso. Una vez me dijo sin ambages: "¡A la hora de defender mi honor, el honor de un oficial y de un marido,no me detendré en nada!". Ahora, por alguna razón, vigila literalmente cada uno de mis pasos, de modo que si queremos que nuestro plan salga bien debo extremar las precauciones...Accede a dejarme marchar, pues le he convencido de que moriré si no veo el sur y el mar, pero tenga usted paciencia, por el amor de Dios.
Nuestro plan era audaz: marcharnos en el mismo tren a la costa del Cáucaso y pasar allí, en algún lugar totalmente apartado, tres o cuatro semanas.Conocía la costa, había vivido durante algún tiempo cerca de Sochi, cuando era un joven solitario, y no había podido olvidar esos atardeceres otoñales entre negros cipreses, junto a las olas frías y grises...su rostro palideció cuando le dije:" Pronto estaré contigo en las junglas montañosas, junto al mar tropical...".Hasta el último momento no creímos que nuestros planes llegaran a realizarse: nos parecía demasiada felicidad.

En Moscú caía una lluvia fina y daba la impresión de que el verano se hubiera ido para no volver; todo tenía un aspecto sucio y sombrío, las calles estaban mojadas y se veían de un negro brillante por los paraguas abiertos de los transeúntes y las capotas echadas y temblorosas de los coches que pasaban presurosos. Cuando me dirigí a la estación la noche cerrada y siniestra; todo mi ser estaba paralizado por el frío y la inquietud. Atravesé corriendo la estación y el andén, con el sombrero calado hasta las cejas y el rostro semioculto por el cuello del abrigo.
En el techo del pequeño compartimento de primera clase que había reservado con antelación la lluvia repicaba con fuerza. Me apresuré a correr la cortina de la ventanilla y, en cuanto el mozo se secó la mano mojada en su delantal blanco, cogió la propina y salió, cerré la puerta con llave. Luego entreabrí la cortina y me quedé inmóvil, sin apartar la vista de la abigarrada multitud, que iba de un lado para otro, junto al vagón, cargando con sus equipajes bajo la luz tenue de los faroles de la estación.  Habíamos acordado que yo llegaría lo antes posible y ella a última hora, para no coincidir con la pareja en el andén. Ya deberían haber llegado. Miraba con atención creciente, pero no los veía. cuando sonó el segundo aviso a los viajeros, me estremecí de temor: ¿se había retrasado, o en el último momento su marido no la había dejado partir? Pero en ese preciso instante descubrí la alta figura del marido, con su gorra de oficial su estrecho capote y sus manos enfundadas en guantes de gamuza, con una de las cuales la cogía del brazo mientras avanzaba con rápidos pasos.Me aparté de la ventanilla y me dejé caer en una esquina del asiento. El vagón siguiente era de segunda clase.
 Mentalmente le vi entrar a su lado con aire protector, mirar a su alrededor para cerciorarse de que el mozo había colocado bien las cosas, quitarse el guante y la gorra, besarla y hacer sobre ella la señal de la cruz...El tercer aviso me ensordeció, el primer movimiento del tren me llenó de estupor...La locomotora balanceándose y oscilando, fue ganando velocidad, hasta que, ya a toda máquina, alcanzó un ritmo regular...con mano helada entregué un billete de diez rublos al revisor que la trajo a mi compartimiento y trasladó su equipaje...
Cuando entró ni siquiera me besó, sólo me dedicó una sonrisa triste; luego se sentó en el asiento y se quitó el sombrero desprendiéndolo de sus cabellos...-No he podido comer nada -dijo-. Creí que no sería capaz de interpretar este terrible papel hasta el final. Tengo una sed horrible. Dame un vaso de agua mineral -añadió, tuteándome por primera vez-. Estoy segura de que me seguirá. Le he dado dos direcciones, Guelendzhik y Gagri. Seguro que aparece en Guelendzhik dentro de tres o cuatro días...Pero dejémoslo, es mejor morir que sufrir de esta manera... 
 Por la mañana, cuando salí al soleado pasillo, había un ambiente sofocante; de los lavabos llegaba un olor a jabón y a agua de colonia mezclado con los diversos tufos que desprende un tren atestado de gente por la mañana temprano. Más allá de las ventanillas caldeadas y manchadas de polvo se extendía la plana y abrasada estepa, se divisaban anchos y polvorientos caminos y carros tirados por bueyes, pasaban como fogonazos las casetas del ferrocarril con los discos amarillos de los girasoles y las purpúreas malvas en los jardines delanteros... Más adelante se sucedía una extensión interminable de llanuras yermas, con túmulos y sepulcros, un sol seco e insoportable y un cielo semejante a una nube de polvo; después aparecieron en el horizonte las estribaciones de las primeras montañas...
Ella le envió una postal desde Guelendzhik y otra desde Gagri, en las que decía que todavía no sabía dónde iba a quedarse.
Luego seguimos la línea de la costa en dirección al sur.
Encontramos un enclave silvestre, cubierto de campos de plátanos, arbustos floridos, caobas, magnolios y granados, en medio de los cuales destacaban palmeras con forma de abanico y cipreses negros...
Me despertaba temprano y, mientras ella dormía, antes de té, que tomábamos a las siete, paseaba por las colinas y los espesos bosques. El ardiente sol, que calentaba ya con fuerza, derramaba una luz impoluta y alegre. En los bosques, una niebla fragante, luminosa y azulada se disolvía, disipándose; más allá de las distantes cumbres frondosas y resplandecía la eterna grandeza de las  montañas nevadas... 
Al regresar pasaba por el mercado de nuestra aldea, sofocante, impregnado del olor del estiércol quemado en las chimeneas: el lugar hervía de actividad, estaba lleno de gente, caballos y asnos; cada mañana se reunía allí una multitud de montañesas de distintas tribus: las circasianas avanzaban con pasos suaves, ataviadas con vestidos negros que llegaban hasta los pies, zapatillas rojas y con la cabeza envuelta en cualquier tipo de trapo negro; alguna vez, de entre esos ropajes fúnebres, se escapaba una fulgurante mirada de ave.
Luego nos dirigíamos a la orilla, siempre completamente desierta, nos bañábamos y yacíamos al sol hasta la hora del almuerzo. Después de comer -todos los días tomábamos pescado a la parrilla, vino blanco, nueces y fruta-, en la tórrida penumbra de nuestra cabaña, bajo la techumbre de tejas, cálidas y ardientes franjas de luz se filtraban a través de las torcidas rendijas de los postigos. 
Cuando el calor se atemperaba y abríamos la ventana, vislumbrábamos entre los cipreses que crecían en la pendiente una porción de mar, de color violeta, tan pacífico y regular que parecía como si su serenidad y su belleza no fueran a tener fin.
Al atardecer solían amontonarse sobre el mar unas nubes maravillosas; desprendían un resplandor tan fastuoso que a veces ella se tumbaba en la otomana, se cubría el rostro con un pañuelo de gasa y se echaba a llorar: dentro de dos o tres semanas y estaríamos de nuevo en Moscú. 
Las noches eran tibias e impenetrables; Las luciérnagas flotaban, titilaban y resplandecían en la negra tiniebla con su luz de topacio; las ranas arbóreas croaban con timbre de campanilla de cristal. Cuando el ojo se acostumbraba a la oscuridad, aparecían en las alturas las estrellas y las cumbres  de las montañas, y sobre la aldea se recortaban árboles en los que no habíamos reparado de día. Y durante toda la noche, procedente de la taberna, se oía el rumor sordo de un tambor y un lamento gutural, melancólico, desesperadamente feliz, en lo que parecía ser una misma canción interminable.
No lejos de nosotros, en un barranco próximo a la orilla que se extendía desde el bosque hasta el mar, corría presuroso, sobre un lecho de piedra, un arroyuelo de aguas transparentes. ¡Cuán maravillosamente reverberaba y se astillaba su brillo en esa hora misteriosa en que, más allá de las montañas y los bosques, como una criatura mágica, la tardía luna escrutaba con detenimiento el mundo! 
A veces, por la noche, llegaban desde las montañas nubes amenazantes y estallaba una terrible tormenta; en la ruidosa y sepulcral oscuridad de los bosques se abrían a cada momento mágico a abismos verdes y en las alturas celestes retumbaban los estampidos primordiales de los truenos. Entonces los aguiluchos se despertaban en los bosques y plañían, rugía la pantera de las nieves y los chacales aullaban...en una ocasión una manada al completo se acercó hasta nuestra ventana iluminada -en noches como ésas siempre se aproximaban a las viviendas- y nosotros la abrimos y contemplamos a los chacales desde lo alto, mientras ellos soportaban el brillante aguacero y aullaban para que les dejásemos entrar...Al verlos, ella lloró de felicidad. 
Su marido la buscó en Guelendzhik, en Gagri y en Sochi. Al día siguiente de su llegada a esta  última localidad, se bañó por la mañana en el mar, luego se afeitó, se mudó de ropa, se puso una guerrera blanca como la nieve, almorzó en su hotel, en la terraza del restaurante, bebió una botella de champán, tomó café y chartreuse, y se fumó sin prisa un cigarrillo. Cuando regresó a su habitación, se tumbó en el sofá y se disparó en las sienes con dos revólveres./ 12 de noviembre de 1937


Iván Bunin, El amor de Mitia y otros relatos. Editorial Pre-Textos,2003





Las pinturas son de Natalia Goncharova, una de las grandes pintoras rusas, nacida en Tula en 1881;en su obra se encuentran elementos fauvistas, cubistas, futuristas, expresionistas...y el recuerdo del mundo folclórico ruso. Formó parte del movimiento expresionista Der Blaue Reiter y expuso con ellos en Munich en 1912. Se exilio en París en 1921 donde vivió hasta su muerte  en 1962.

lunes, 5 de marzo de 2012

Mona Lisa en El Louvre y en El Prado


El alboroto   producido  en el Museo del Prado con la exposición de una réplica de la Gioconda ; la aglomeración de gente arremolinada, hasta seis filas en torno a la pintura el día 21 de febrero, cuando completamente restaurada se ha presentado en sociedad, recuerda la frase del crítico Louis Vauxcelles en 1905 "Donatello parmi les fauves", aunque por otras razones.




El lanzamiento  por parte  de El Prado, sirviéndose de las mejores técnicas publicitarias ha tenido éxito. Otra cosa es si este  venderse de los museos como espectáculo no les convierte en parques temáticos y como tales en divertidos y banales entretenimientos; parte del espectáculo general que terminaría  en los programas basura de la tv.

Porque hay  personas para quienes  los museos  son contenedores de obras valiosas, conservadas y expuestas en las mejores condiciones para contribuir a la alfabetización visual de sus visitantes, afinando su percepción y sensibilidad; humanizándolos, como para Mijail Piotrovsky, director de el Hermitage, para quien los museos son:"guardianes del pensamiento del hombre".



Mona Lisa o Gioconda, o la joven florentina Lisa Gherardini,  casada con el rico comerciante en sedas Francesco del Giocondo, la  imagen más conocida y reproducida de la Historia del Arte fue la que eligió Marcel Duchamp en 1919,  para desacralizar el  arte  tradicional, y no se límitó a pintarle bigotes a lo Dalí y perilla; también se burló de la solemnidad  con  que está representada y lo que simbolizaba al escribir debajo de la figura las mayúsculas  L. H. O. O. Q. que leídas rápido en francés equivalen a  Elle a Chaud au Cul.

La restauración de esta pintura que estaba en las colecciones reales españolas desde el siglo XVII -con cuyos fondos se crearía el Museo del Prado en 1819- y  habitualmente expuesta en el Museo ha resultado una sorpresa para todos. Se pensaba era una copia del cuadro de Leonardo hecha por un pintor flamenco.En el siglo XVIII - casi  inexplicablemente, pero hay más ejemplos- se cubrió el  paisaje del fondo con pintura negra, lo que  alejaba aún más relacionarla con la obra original.
Ha sido una limpieza  para prestársela al Louvre la que ha llevado a descubrir todo, o casi...

El  Prado no tiene ningún leonardo lo que añade interés a un "hallazgo" que ha resultado sólo una réplica  pero estimable y enigmática porque se cree de forma razonable que   se realizó en el taller de Leonardo y al mismo tiempo que  él realizaba la auténtica Gioconda, por uno de sus discípulos, posiblemente Salai. La simultaneidad se basa en la coincidencia del dibujo y en que ambas pinturas bajo los rayos infrarrojos tengan las mismas correcciones, lo que  se llama  "arrepentimientos" .




(
izda.) Leonardo  da Vinci, h 1510-13, óleo sobre tabla, 77 x 53 cm. París, Museo del Louvre

(dcha.)Discípulo de Leonardo, h1510...,óleo sobre tabla, 76 x 57 cm. Madrid, Museo del Prado.

No es igual crear que copiar; imaginar, diseñar que reproducir..., que volcar plásticamente reflexiones profundas de toda una vida como el concepto de hombre, de la naturaleza, de lo que debe o puede ser la representación artística, del fluir continuo del tiempo y del espacio terrestre,siempre en construcción; de la inmersión de los cuerpos y los objetos en la atmósfera...todo eso está contenido en la Gioconda de Leonardo y más...

La curiosidad intelectual, la imaginación y el talento no tiene límites en Leonardo; le interesa y estudia la naturaleza,  física, anatomía,  mecánica...es capaz de proyectar artefactos -de ciencia ficción para la época- pero que se pueden considerar anticipaciones geniales de aplicaciones técnicas, cuyos diseños y apuntes, quedan en sus cuadernos ; es el prototipo de hombre renacentista total  y de genio.

El retrato le pintó Leonardo en sus últimos años y no se separó nunca de él. Cuando en 1516 abandona Milán siguiendo a su protector el rey  Francisco I lleva consigo la pintura. A su muerte en el castillo de Amboise en 1519 , deja el cuadro a Salai. Vasari que le admiraba tanto que en sus Vidas le compara a un dios y que escribe pocos  años después de morir el artista, dice "esta  obra la tiene hoy el rey Francisco de Francia en Fontainebleau." De ahí pasaría al Louvre.


De sus últimos años en Francia escribe el poeta polaco Adam Zagajevski ( Mano invisible, Acantilado 2012)

LEONARDO

Ahora vive en Francia,

más tranquilo y mucho más débil.
Es el orgullo del reino. El monarca
le honra con su amistad.
El Loira fluye lento con sus aguas.
Considera los proyectos
que no ha conseguido realizar.
La mano derecha , medio paralizada,
ya se ha despedido de él.
La izquierda también querría irse.
Y el corazón y todo el cuerpo.
Aún se defienden
las islas de luz.


Las dos pinturas tienen  notable parecido y  notables diferencias. Esas diferencias juegan a favor de Leonardo que ha creado la pintura y ha llenado el retrato de pensamiento y misterio;todo su conocimiento empírico y sus reflexiones sobre la naturaleza las ha dejado  en la figura y el portentoso paisaje; además el tiempo transcurrido a "la intemperie" contribuye a aumentar el aura de la imagen; ya  dijo Goya que  el tiempo también pinta.

Por otra parte las restauraciones por bien hechas que estén siempre son  sospechosas, como las traducciones. Cuando se ha visto la Capilla Sixtina, sólo un poco restaurada...como una mancha de llamativos colores frente a la inmensidad de los frescos tal como habían llegado hasta los años ochenta...es verdad que el humo de las velas de siglos...pero los colores tan metálicos, tan ácidos,  que sacaron a flote los especialistas japoneses...quién garantiza  que sean más auténticos por muy anticlásico que fuera Miguel Ángel...; después de todo una restauración es una especie de lavado realizado por expertos que quitan barnices oxidados, o suciedad si es un fresco ...pero que  puede arrastrar  otras cosas. 
No sorprende que en el Louvre se resistan a restaurar su Gioconda verdadera.


El País, 28.05.12. Leonardo íntimo en los Códices Madrid I y Madrid II

sábado, 28 de enero de 2012

"El Havre" ,2011,Comprender y sentir con la mirada








"El cine europeo no ha dedicado mucho tiempo a la creciente cuestión económica, política y, sobre todo, moral nacida a partir de la nunca resuelta crisis de los refugiados.[...] No tengo una solución para el problema, pero quería enfrentarme al tema en esta película nada realista". Aki Kaurismäki




 /



Las imágenes de El Havre,  permanecen con una insistencia que no es frecuente. Los fotogramas y las secuencias vuelven  como una  realidad poetizada y sin embargo  cotidiana y hasta vulgar. Y no se debe sólo a que  se trate un drama  tan contemporáneo y frecuente como  la emigración, sino a los chispeantes diálogos, las entregadas interpretaciones   y  las poderosas imágenes con que  Aki Kaurismaki cuenta la historia.
Contenedores portuarios, humildes casas de suburbio de pintura envejecida que se degrada en tonos  de dudoso origen cromático; desconchones de  fachadas, un paisaje trazado por la geometría de tapias y tejados sin pretensiones, se ven con ojos nuevos, con otra apreciación  a  la que no es ajena la dilatación que para  la mirada  ha supuesto lo mejor del arte contemporáneo, Dubuffet sobre todo. Y tal vez no es casualidad que Dubuffet naciera en El Havre... Él y otros artistas enseñan a ver el mundo de nuevo, un mundo de belleza continua, que desborda los límites tradicionales.También el cine de Kaurismaki.

 /

Seres humanos que con placer hubiera pintado Daumier por su personalidad física y su carácter (el inspector los clientes del bar...); viejos rockeros ( Little Bob) que de verdad nunca mueren, y mujeres mayores pletóricas de ánimo, energía y belleza...otra vez la belleza.
Elegancia de los protagonistas, todos; de los atuendos africanos  de colores insólitos y de hermosura desconocida en Occidente, y la plasticidad única de sus exóticas túnicas y tocados...


La escena en que la panadera y la tabernera leen en el hospital a su amiga gravemente enferma y  de  forma fugaz  se ve el título del libro:  Nouvelles  de Kafka, parece un   guiño al espectador del nivel de realidad en que sucede todo.
Kaurismaki, además  de imaginar la cadena que podrían tejer  la compasión y la solidaridad al sentir  la humanidad como un todo,  recuerda que los milagros no existen pero... debieran existir, y  mientras como música de fondo suena el  tango Cuesta abajo, cantado por el mismo Gardel.

Las imágenes de El Havre permanecen en la retina, en su estrato más profundo, donde es difícil borrarlas y desde donde vuelven una y otra vez como preguntas.

                                                                                ***
27 abril  2012, El País.: Chema Madoz y el "encanto" de "Le Havre"//
Carmelo Gomez elogia Le Havre .

31.12.12, han puesto en tv. una película  de Aki Kaurismaki de los años 90, "Contraté un asesino a sueldo". Desde el principio era distinto, la antipedantería, la verdad, el humor, los finales felices...puras piruetas de ironía, a su manera...El reportaje encontrado en youtube es un compendio de todo ello.
,