Bruce Nauman, Indiana,1941.



viernes, 1 de diciembre de 2017

Oratorio de Navidad 2017

    P.P.Rubens, Adoración de los Magos, 1609,ól/lz, 3,55 x 4,93. Museo del Prado
                     El cuadro en El Prado (interactivo y datos)


EL DON / THE GIFT


Cuando los Reyes Magos de antaño trajeron dones
guiados por una estrella
al humilde lugar del nacimiento

del dios del amor,
los demonios
como muestra un antiguo grabado
huyeron en desbandada.

¿Qué podía saber un niño 
de ornamentos de oro,
de incienso y mirra,
de vestiduras sacerdotales
y genuflexiones devotas?

Pero la imaginación
conoce todas las historias
antes de que sean contadas
y conoce la verdad sobre esta
más allá de toda duda

Los suntuosos regalos
tan inadecuados para un niño
aunque ofrecidos devotamente
simbolizan lo que el amor puede traer.

Los Magos eran viejos
¿qué podían saber ellos
de las necesidades de una madre
o de los deseos
de un niño?

Pero cuando se arrodillaron
el niño se sintió saciado.
¡Ellos lo vieron
y
dieron gracias!

Un  milagro
había tenido lugar,
oro sólido transformado en amor,
¡la leche de una madre!,
ante sus maravillados ojos.

El asno rebuznó
y los bueyes mugieron.
Era su naturaleza.

Los hombres por naturaleza dan gracias.
No pueden
hacer otra cosa.

Los mismos demonios
alaban a Dios con su huida.
¿Qué cosa es la muerte,
al lado de esto? 

Nada. Los Reyes Magos
vinieron con sus dones
y se inclinaron
para reverenciar
esta perfección.

THE GIFT
As the wise men of old brought gifts/guided by a star/to the humble birthplace//
of the god of love,/ the devils,/as an old print shows/ retreated in confusion.//
What could a baby know/ of gold ornaments/ of frankincense and myrrh,/of priestly robes/ and devout genuflections?//
But the imagination/ knows all stories/before they are told/ and knows the truth of this one/ past all defection//
The rich gifts/ so unsuitable for a child/ though devoutly proffered,/stood for allthat love can bring.//
The men were old/how could they know/ of a mother's needs/or a child's/ appetite?//
But as they kneeled/the child was fed./They saw it/and/ gave praise!//
A miracle/ had taken place,/hard gold to love,/a mother's milk!/ before/ their wondering eyes.//
The ass brayed/the cattle lowed./It was their nature.//
All men by their nature give praise/ It is all/ they can do.//
The very devils/ by their flight give praise./What is death,/beside this?//
Nothing. The wise men/came with gifts/ and bowed down/to worship/ this perfection.


William C.Williams/ Poesía Reunida, Lumen



lunes, 2 de octubre de 2017

PHILIP.K.DICK / del más allá y la vida eterna






El diálogo entre  Rodrigo Fresán y Roberto Bolaño en  Dos hombres en el castillo: una conversación electrónica sobre P.K.Dick-, "Letras Libres", 2002-,sigue siendo una buena  guía para adentrarse en la  lectura del escritor.
Fresán y Bolaño coinciden en que P. K. Dick es uno de los grandes escritores del siglo XX y en que sus textos no han envejecido. Para Bolaño  Dick "es el escritor de los paranoicos, como Byron fue el escritor  de los románticos" y para Fresán   frente a los escritores que contagian una forma de escribir ( Nabokov,Salinger...), Dick contagia una forma de pensar. También están de acuerdo en que este escritor  "de género", puede recordar a Borroughs  y,en algunos de sus mejores textos, a Borges. 
Esa coincidencia con Borges se percibe en "No por su encuadernación" . En este relato  se hace evidente que Borges y Dick comparten el gusto por  lo fantástico cotidiano o no, el ingenio para la invención  de mundos paralelos, la utilización  de  una erudición refinada, y un fondo filosófico o metafísico... inquietante. Todo ello condimentado  con  sutil ironía, indudable humor, y un talento especial para desde las primeras líneas  asir al lector y arrastrarle  lejos.

                        


No por su encuadernación
                               


El anciano y temperamental presidente de Libros Obelisk dijo con tono de irritación: 
-No quiero verlo, señorita Handy. El libro está en imprenta. Si hay un error en el texto, ya no podemos hacer nada. 
-Pero, señor Masters -dijo la señorita Handy-, es un error muy importante, señor. Si el señor Brandice está en lo cierto, el capítulo entero...
-Ya he leído su carta; y también he hablado con él por videófono. Ya sé lo que dice.- Masters se acercó a la ventana de la oficina y pasó una mirada melancólica por los mismos cráteres y las mismas llanuras de Marte que llevaba tantas décadas contemplando."Cinco mil copias impresas y cosidas -pensó-. Y la mitad de ellas en piel de wub marciano estampada con letras doradas. El material más elegante y más caro que se puede encontrar. Ya estábamos perdiendo dinero con esta edición y ahora esto..."
Sobre su mesa descansa una copia del libro. El De Rerum Natura de Lucrecio, en la excelsa traducción de John Dryden. Enfurecido, Barney Masters pasó las páginas blancas. ¿Quién iba a pensar que alguien en Marte conociera con tanto detalle un texto tan antiguo?Pero el hombre que esperaba en la antesala de la oficina era sólo uno de los ocho que habían escrito o llamado a Libros Obelisk para hablar del párrafo en disputa.¿En disputa? No había ninguna disputa. Los ocho eruditos tenían razón. Se trataba simplemente de conseguir que se marcharan en silencio, de olvidar que habían leído alguna vez la edición de Obelisk y reparado en el pasaje equivocado en cuestión. Masters pulsó el botón del intercomunicador de su mesa y le dijo a la recepcionista:
-Muy bien, que pase. -De otro modo nunca se iría de allí. Los eruditos solían ser así. Parecían tener una paciencia infinita.
Se abrió la puerta y entró un hombre alto, de pelo cano, con unas anticuadas gafas de estilo terrícola y un maletín en la mano. 
-Muchas gracias, señor Masters -dijo-. Permita que le explique, señor mío, por qué mi organización considera esto de tal importancia. -Se sentó junto a la mesa y abrió su maletín-. A fin de cuentas, no podemos olvidar que somos una colonia. Todos nuestros valores, nuestras costumbres, los elementos materiales de nuestra vida cotidiana y nuestras maneras de comportamiento provienen de la tierra. CDRGF considera que su edición de la obra...
-¿CDRGF? -lo interrumpió Masters. Nunca había oído hablar de ellos, pero aun así se encogió por dentro. Obviamente, se trataba de uno más de los numerosos grupos de chalados e inadaptados que estudiaban todo cuanto se imprimía, tanto localmente como en la Tierra, para su distribución en el mercado marciano. -Centinelas de la Distorsión y de Reliquias Generalmente Falsificadas -le explicó Brandice-. Tengo aquí conmigo una edición terrícola, auténtica y correcta, de De Rerum Natura, la traducción de Dryden, la misma que han empleado para la edición local. -Su énfasis en la palabra "local" hizo que pareciera desagradable y de segunda clase; como si, pensó Masters, Libros Obelisk estuviera haciendo algo impropio al editar aquella obra-. Consideremos las interpolaciones erróneas. Quisiera que empezara por estudiar mi copia...-Depositó sobre la mesa de Masters un viejo libro maltrecho impreso en la Tierra-, en la que aparece en su forma correcta. Y luego, señor mío, pasaremos a revisar el mismo pasaje en su edición. -Junto al viejo libro azul colocó una de las copias del grande y bello volumen forrados en piel de wub que había editado Libros Obelisk.
-Deje que llame al editor -dijo Masters. Pulsó el botón del intercomunicador y le dijo a la señorita Handy-:Dígale a Jack Snead que venga por favor.-Sí, señor Masters.-Citaré la edición auténtica -dijo Brandice-. En ella obtenemos la siguiente traducción métrica del latín. Ejem. -Se aclaró la garganta, un poco cohibido, y luego empezó a leer en voz alta:
De las sensaciones de pesar y placer seremos libres.No sentiremos, porque habremos dejado de ser.Y así se pierda la tierra en los mares y los mares en el cielo,No nos moveremos, nos llevarán de un lado al otro.
-Conozco el pasaje -dijo Masters con cierta sequedad. Se sentía molesto. El hombre estaba tratándolo como si fuera un niño. 
-Esta cuarteta -continuó Brandice- está ausente de su edición, reemplazado por los siguientes versos espurios, procedentes de Dios sabe qué fuente. Permítame. -Tomó la suntuosa copia de Obelisk y la hojeó hasta encontrar el párrafo que buscaba. Hecho esto, empezó a leer:
De las sensaciones de pesar y placer seremos libres;Lo que ningún hombre de la Tierra podrá ver ni sentir.Una vez muertos,vislumbraremos océanos surgidos de esta verdad.Nuestro triste paso por la Tierra anuncia una felicidad sin fin.
Con una mirada de hostilidad a Masters, Brandice cerró violentamente el volumen encuadernado en piel de wub.-Lo más fastidioso -dijo- es que esta cuarteta transmite un mensaje diametralmente opuesto al del resto de la obra. ¿De dónde ha salido? Alguien habrá tenido que escribirla. Dryden no fue...ni tampoco Lucrecio, claro. -Miró a Masters como si creyera que había sido él personalmente.En ese momento se abrió la puerta y entró el editor jefe de la empresa, Jack Snead. 
-Tiene razón -dijo con resignación-. Y es sólo una de las aproximadamente treinta alteraciones que ha sufrido el texto. Lo revisé de cabo a rabo cuando empezamos a recibir cartas. Y ahora he empezado a hacer lo mismo en otras obras del catálogo de otoño -añadió con un gemido-. Y he encontrado alteraciones en varias de ellas. 
-Usted fue el último que leyó la copia antes de enviarla a los tipógrafos -dijo Masters-. ¿Estaban los errores allí entonces? 
-Desde luego que no -respondió Snead-. Y además siempre leo las galeradas personalmente y los cambios tampoco estaban en ellas. Las alteraciones no aparecieron hasta que no se imprimieron las copias finales. O, para ser más precisos, las copias encuadernadas en piel de wub, con letras doradas. Las copias normales, en cartoné...están perfectamente.Masters parpadeó. 
- Pero si la edición es la misma. Las enviamos juntas a la imprenta. Es más, la edición de lujo no estaba prevista originalmente. Sólo en el último instante nos sugirió la oficina de negocios la posibilidad encuadernarla en piel de wub.-Creo -dijo Jack Snead- que vamos a tener que estudiar muy concienzudamente el asunto de la piel de wub marciano.
Una hora después, un afectado y prematuramente envejecido Masters, en compañía de su editor jefe, Jack Snead, se encontraba sentado frente a Luther Saperstein, agente de ventas de la empresa Flawless Incorporated, a quien Libros Obelisk le había comprado la piel de wub con la que se habían encuadernado los volúmenes.  
-Para empezar -dijo Masters con tono conciso y profesional-, ¿qué es la piel de wub? 
-Básicamente -respondió Saperstein-, en el sentido que está  usted formulando la pregunta, es la piel de wub marciano. Sé que esto no les dice gran cosa, caballeros, pero al menos es un punto de referencia, un postulado en el que todos podemos estar de acuerdo y a partir del cual podemos avanzar a conclusiones más importantes. Permitan que me explaye un poco más sobre la naturaleza del propio wub. Su piel es muy apreciada, entre otras razones, porque es muy rara. La piel de wub es rara porque los wubs no suelen morir. Con esto quiero decir que es casi imposible matar a un wub, aunque se trate de un wub enfermo y viejo. Y, aunque el wub esté muerto, la piel sigue viva. Esta cualidad imparte un carácter único a los objetos con los que se emplea, sean muebles o, como en su caso, libros, volúmenes únicos diseñados para perdurar una vida entera. 
Masters suspiró y dirigió una mirada de aburrimiento hacia la ventana mientras Saperstein continuaba con su explicación. A su lado, su editor jefe tomaba crípticas y breves notas, con una expresión sombría en su joven y enérgico rostro. 
-Lo que les servimos -dijo Saperstein- cuando acudieron a nosotros...Y creo que es importante resaltar esto: que ustedes acudieron a nosotros, no a la inversa. Lo que les servimos, digo, fueron las pieles más selectas y perfectas de nuestro inventario. Esas pieles vivientes tienen un lustre único y característico. No hay nada en todo Marte o en la Tierra que se les pueda comparar. Si sufre un desgarro o un arañazo, la piel se repara sola. Con el paso de los meses va creciendo más y más, y las tapas del volumen se van volviendo cada vez más lustrosas y, por ende, más codiciadas. Dentro de diez años, la calidad de las tapas de estos libros encuadernados en piel de wub... 
-Así que la piel sigue viva -interrumpió Snead-. Interesante. Y el wub, según dice, es tan resistente que resulta prácticamente imposible de matar.-Lanzó una rápida mirada a Masters-.Cada una de las treinta y tantas alteraciones sufridas por los textos de nuestros libros  tiene que ver con el tema de la inmortalidad. La revisión de Lucrecio es típica. El texto original nos dice que el hombre es un ser pasajero que aunque sobreviva a la muerte, no conservará ningún recuerdo sobre su paso por el mundo. En lugar de esto, los pasajes nuevos hacen referencia, lisa y llanamente, a un futuro cuya existencia se da por supuesta; tal como ha dicho usted, en abierta contradicción con la filosofía de Lucrecio. Se da cuenta de lo que ocurre aquí ¿no? Es la filosofía de los wubs, superpuesta a la de los diferentes autores. Eso es todo. -Se interrumpió entonces y continuó tomando notas en silencio.  
   -¿Cómo es posible que una piel -inquirió Masters-, aunque se trate de una piel viva, pueda ejercer influencia sobre el contenido de un libro? Un texto ya impreso: las páginas guillotinadas, los filos pegados y cosidos...Desafía toda razón. Por mucho que el encuadernado, la condenada piel, esté viva, cosa que ya me resulta bastante difícil de creer.-Fulminó a Saperstein con la mirada-. Si está viva, ¿de qué se alimenta? 
-De las minúsculas partículas de la materia orgánica en suspensión en la atmósfera -respondió Saperstein con tono templado.Masters se puso de pie. 
-Vámonos -dijo- esto es ridículo. 
-Inhala las partículas -dijo Saperstein- a través de sus poros. -Lo dijo con tono digno, incluso reprobatorio.Tras estudiar sus notas, Jack Sneade, que no se había levantado al tiempo que su jefe, dijo con tono pensativo: 
-Algunos de los textos enmendados son fascinantes. Tenemos desde revisiones completas de párrafos originales, incluido el sentido del autor, como en el caso de Lucrecio, a correcciones muy sutiles, casi invisibles, si es que se les puede llamar correcciones, de textos más acordes con la doctrina de la vida eterna. La auténtica pregunta es ésta:¿ nos enfrentamos simplemente a la opinión de una forma de vida concreta, o hablan los wub con conocimiento de causa? El poema de Lucrecio por ejemplo...Es muy hermoso e interesante...como poema. Pero como afirmación filosófica, podría estar equivocado. Yo no lo sé. No es trabajo mío saberlo. me dedico a editar libros, no a escribirlos. Lo último que debe hacer un editor es modificar el texto original del autor. Pero esto precisamente es lo que está haciendo el wub...o, al menos, la piel del wub ya muerto.Dicho esto guardó silencio. 
-Me gustaría saber si ha añadido algo de valor -dijo Saperstein. 
-¿Desde el punto de vista poético? ¿O desde el filosófico? Si se refiere al primero, al punto de vista estilístico, sus interpolaciones no son mejores ni peores que los textos originales. Consigue, eso sí, imitarlos tan bien que si uno no conoce el texto con anterioridad, no se daría cuenta de que son obras de dos plumas diferentes. -Y añadió, con cierto aire siniestro-: O, más bien, de una pluma y un pelo diferentes. 
-Me refería más bien al punto de vista filosófico. 
-Bueno, se trata siempre del mismo mensaje, repetido de manera monótona. No existe la muerte. Nos vamos a dormir y despertamos...a una vida mejor. Lo que le ha hecho al De Rerum Natura es un ejemplo típico. Leído uno, leídos todos. 
-Sería un interesante experimento -dijo Masters, pensativo- encuadernar una Biblia en piel de wub. 
-Ya lo he hecho -dijo Snead. 
-¿Y? 
-Como es natural, no he tenido tiempo para leerla entera. Pero le he echado un vistazo a la carta de San Pablo a los corintios. Sólo ha hecho un cambio. El párrafo que comienza "Contemplad, voy a contaros un misterio..." está todo en mayúsculas. Y los versículos "Muerte ¿dónde está tu aguijón? Sepulcro ¿dónde está tu victoria?" se repiten diez veces seguidas. Es evidente que el wub está de acuerdo con ello. Es su propia filosofía...o teología, más bien. -A continuación sopesando cada una de sus palabras, añadió-: Básicamente, se trata de una disputa teológica...entre el público lector y el pellejo de un animal marciano que parece un híbrido entre un gorrino y una vaca. Es curioso.Y volvió a enfrascarse en sus notas.Tras una solemne pausa, Masters añadió: 
-¿Cree usted que el wub posee información o no? Como ya ha dicho, podría ser que ésta no fuera sólo la opinión de un animal que tiene especial éxito sorteando la muerte. Ha hecho lo que predica. Al morir y ser despellejado para acabar convertido, todavía vivo, en encuadernación de libros, ha logrado conquistar a la muerte. Sigue viviendo. En lo que parece ser una vida mejor. No sólo estamos tratando con una forma de vida nativa con sus propias opiniones; nos enfrentamos a un organismo que ha conseguido hacer algo que nosotros no sabemos si es posible. Pues claro que sabe lo que dice. Es la confirmación viviente de su propia doctrina. Los hechos hablan por sí solos. Me inclino a creerlo.                                                                                   
                                       -Puede que haya conseguido la vida eterna para sí -repuso Masters-, pero  eso no quiere decir necesariamente que exista para los demás. El wub, tal como ha señalado el señor Saperstein, es una criatura única. No existe ningún otro ser, terrícola, lunar o marciano, cuya piel sea capaz de seguir de seguir viviendo alimentándose de partículas microscópicas en suspensión. El hecho de que sea capaz de hacerlo... 
-Es una pena que no podamos comunicarnos con las pieles de wub - dijo Saperstein-. Lo hemos intentado aquí, en Fawless, desde la primera vez que reparamos en su supervivencia post mortem. Pero nunca hemos encontrado el modo. 
-Pero nosotros en Obelisk si lo hemos hecho -señaló Snead-. De hecho he llevado a cabo un experimento. He hecho imprimir una sola línea, con la siguiente frase: "El wub, a diferencia de cualquier otra criatura, es inmortal". Lo encuaderné en piel de wub y volví a leerlo. Había cambiado. Vea. -Le pasó a Masters un bello y fino librillo-. Lea cómo ha quedado.Masters leyó en voz alta:-"El wub, como cualquier otra criatura viva, es inmortal. -Y, tras devolverle la copia a Snead, añadió: Desde el punto de vista del significado, esto es una bomba. Estamos recibiendo información desde más allá de la tumba...por decirlo así. O sea, técnicamente, la piel de wub está muerta, dado que el wub al que pertenecía lo está. Esto se parece una barbaridad a una verificación irrefutable de la supervivencia de la vida inteligente después de la muerte.-Claro que, también hay un pequeño detalle...-dijo Saperstein entre titubeos-. Detesto sacar esto a colación, y no sé si tiene demasiada importancia, pero el wub marciano, a pesar de su asombrosa, incluso diría milagrosa capacidad de supervivencia, es, desde el punto de vista mental, una criatura estúpida. Por poner un ejemplo: el cerebro de una zarigüeya terrícola es tres veces más pequeño que el de un gato. El del wub es cinco veces mas pequeño que el de la zarigüeya -dijo sombríamente. 
-Bueno -dijo Snead-. La Biblia dice: "Los últimos serán los primeros". Puede que esta afirmación sea extensiva al wub, en su estupidez. Al menos, eso espero.Masters lo miró. 
-¿Querría usted la vida eterna? -preguntó. 
-Desde luego -respondió Snead-. Como todos. 
-Yo no -afirmó Masters con tono decidido-. Ya tengo problemas suficientes sin ella. Lo último que querría es seguir viviendo como encuadernación de libro...o en cualquier otra forma. -Pero en su interior había empezado silenciosamente a pensar de manera diferente. Muy diferente. 
-Parece algo que podría gustarle a un wub -convino Saperstein-.Convertirse en la encuadernación de un libro. Estar allí tendido, año tras año, inhalando partículas minúsculas de la atmósfera. Y seguramente meditando. O lo que sean que hacen los wub después de morir. 
-Piensan sobre teología -dijo Snead- . Predican. -Se volvió hacia su jefe y añadió-:  supongo que no encuadernaremos más libros en piel de wub. 
-No con fines comerciales -asintió Masters-. Para venderlos. Pero...-No podía sacudirse de encima la idea de que aquello podía tener alguna utilidad práctica-. Me pregunto si podría conferir la misma capacidad de supervivencia a cualquier cosa que hiciéramos con ella. Como cortinas. O tapicerías. Podría acabar con los accidentes mortales en los intercambiadores. O podríamos usarlo como forro para los cascos de los soldados. Y de los jugadores de béisbol. -Las posibilidades se le antojaban infinitas...pero aún nebulosas. Tendrá que meditarlo durante mucho, mucho tiempo. 
-En cualquier caso -dijo Saperstein- mi empresa se niega a devolverles el dinero. Las características de la piel de wub son del dominio público desde que, a comienzos de año, editamos un folleto publicitario. En él se afirmaba categóricamente... 
-De acuerdo, asumiremos las pérdidas -dijo Masters con un ademán irritado-. Dejémoslo. -Se volvió hacia Snead y añadió-:¿Y dice en los treinta y tantos pasajes que ha intercalado si la vida después de la muerte es grata? 
-Desde luego. "Nuestro triste paso por la Tierra anuncia una felicidad sin fin". Esto lo resume; es una de las líneas añadidas al De Rerum Natura. Está todo ahí. 
-"Felicidad sin fin"...-dijo Masters mientras asentía-. Claro que, no estamos en la Tierra; estamos en Marte. Pero supongo que es lo mismo. Se refiere a la vida, se viva donde se viva. -De nuevo,con más gravedad aún, volvió a meditar-. Se me ocurre que una cosa es hablar de forma abstracta sobre "la vida después de la muerte". La gente lleva cincuenta mil años haciéndolo. Lucrecio lo hizo,hace dos mil. Pero lo que más me interesa no es el tema en general, desde el punto de vista filosófico, sino el hecho concreto de la piel de wub; su inmortalidad. -Y le dijo a Snead 
-: ¿Qué otros libros ha encuadernado con ella? 
-La edad de la razón, de Payne -dijo Snead tras consultar su lista. 
-¿Y con qué resultado? 
-Doscientas sesenta y siete páginas en blanco. Salvo la página central que contiene la palabra "bah". 
-Continúe. 
-La Británica. En esta no ha cambiado nada, pero se han añadido artículos enteros. Sobre el alma, la transmigración, el infierno, la condenación, el pecado y la inmortalidad. Los veinticuatro volúmenes han cobrado un sesgo religioso. -Levantó la mirada-. ¿Quiere que continúe? 
-Claro -dijo Masters, meditando y escuchando simultáneamente. 
-La Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. El texto ha quedado intacto, pero ha intercalado periódicamente la siguiente línea de la Biblia: "La letra mataba, pero el espíritu daba la vida". Una y otra vez."El Horizontes perdidos, de James Hilton. Aquí, Shangri-La se convierte en una visión de la vida después de la muerte, que... 
-Muy bien -dijo Masters-. Nos hacemos una idea. La cuestión es ¿qué podemos hacer con esto? Obviamente, encuadernar libros no...Al menos, libros con los que la piel de wub esté en desacuerdo. -Pero estaba empezando a ocurrírsele otra posibilidad, de índole mucho más personal. Y mucho más importante que cualquier cosa que la piel de wub pudiera hacer con los libros o por los libros...o, de hecho, por cualquier objeto inanimado.En cuanto llegara a un teléfono...-Especialmente interesante -estaba diciendo Snead en ese momento- es su reacción a un volumen de escritos sobre el psicoanálisis, realizado por algunos de los psiquiatras freudianos más importantes de nuestro tiempo. Ha dejado todos los artículos intactos, pero al final de cada uno de ellos ha añadido la misma frase. -Se rió entre dientes-. "Médico, cúrate a ti mismo." Parece que encima tiene sentido del humor. 
-Sí -dijo Masters sin dejar de pensar en el teléfono y en la vital llamada que tenía que hacer.
                                   Resultado de imagen de twombly pompidouDe regreso a la oficina de Libros Obelisk, Masters realizó un experimento preliminar para comprobar si su idea podía funcionar. Envolvió cuidadosamente en piel de wub una taza y un platillo de porcelana Royal Albert de su propia colección. Entonces, tras un instante de inmensa duda y emoción, colocó el paquete en el suelo de su oficina y,con las escasas fuerzas que aún le quedaban, lo pisó.La taza no se rompió. O, al menos, no pareció romperse.Abrió el fardo y la examinó. Tenía razón. Envuelta en la piel de wub, la taza no podía ser destruida.Satisfecho, se sentó ante su mesa y lo pensó una última vez.El envoltorio de piel de wub había convertido un objeto temporal y frágil en algo indestructible. Así que la doctrina de supervivencia eterna del wub tenía una aplicación práctica...tal como había pensado.Levantó el teléfono y marcó el número de su abogado.-Lo llamo por mi testamento -dijo cuando lo tuvo al otro lado de la línea-. Ya sabe, el último que redacté, hace pocos meses. Quiero incluir una cláusula adicional.
                          -Sí, señor Masters -dijo rápidamente el letrado-. Dígame. 
-Una cuestión menor -dijoMasters con un susurro-. Tiene que ver con mi ataúd. Quiero que sea obligatorio para mis herederos: el ataúd tiene que estar forrado de piel de wub por todos los lados. De Flawless Incorporated. Quiero presentarme ante el Hacedor vestido de piel de wub, por decirlo así. Para dar buena impresión. -Se rió despreocupadamente, pero su tono era de mortal seriedad, y el abogado lo percibió. 
-Si es lo que quiere...-dijo. 
-Y le sugiero que haga usted lo mismo -dijo Masters. 
-¿Por qué? 
-Consulte la biblioteca de referencia médica para uso doméstico que vamos a publicar el mes que viene. Pero asegúrese de que es la versión encuadernada en piel de wub. Tendrá algunas diferencia con la otra. -Entonces volvió a pensar en el ataúd forrado de wub. Enterrado a gran profundidad, consigo dentro, mientras la piel iba creciendo y creciendo...Sería interesante comprobar qué versión de sí mismo produciría el forro de piel de wub.Sobre todo, al cabo de varios siglos.

Las imágenes  son de Cy Twombly que  como Dick nació en 1928 - y también dejó una obra  activa ,llena de semillas -plásticas  -Dick literarias -que  son una cantera a la que acuden  artistas de distintos ámbitos  con frecuencia.

Resultado de imagen de P.K.Dick Cuentos VP.K.Dick, Cuentos Completos V, cinco tomos,  MINOTAURO 

martes, 15 de agosto de 2017

BORGES según Ricardo Piglia y/o Emilio Renzi




"Tenía una forma inmediata y cálida de crear intimidad, Borges, dijo Renzi, siempre fue así con todos sus interlocutores: era ciego, no los veía y les hablaba como si fueran próximos y esa cercanía está en sus textos, nunca es paternalista ni se da aires de superioridad, se dirige a todos  como si todos fueran más inteligentes que él, con tantos sobrentendidos comunes que no hace falta andar explicando lo que ya se sabe. Y es esa intimidad la que sienten sus lectores.


Le encantó la propuesta de ir a La Plata, pensaba hablar sobre los cuentos fantásticos de Lugones, ¿qué me parecía?, dijo. Perfecto, le digo, además, Borges, mire, le vamos a pagar, no sé cuánto dinero era en ese momento, digamos unos quinientos dólares.-No -me dice-, es mucho.Me quedé cortado, mire, Borges, le digo,no es nuestra la plata, no es de los estudiantes, la Universidad nos dio un dinero.-No importa , les voy a cobrar doscientos cincuenta.
Y seguimos hablando, él siguió hablando, ya no me acuerdo si de Lugones  o de Chesterton, pero lo cierto es que me sentí tan cómodo, tan cercano a él, con esa sensación de liviandad, de inteligencia plena y de complicidad, que al rato, casi sin darme cuenta y hablando del final de los cuentos de Kipling, le digo envalentonado por el clima de intimidad y agradecido por la sensación de estar hablando con alguien de igual a igual:-Sabe, Borges, que veo un problema en el final de "La forma de la espada".Alzó su rostro hacia mí, alerta.-Un problema -dijo-, caramba, usted quiere decir un defecto...-Algo que sobra.Miraba el aire, ahora, jovial, expectante.
Resultado de imagen de ricardo pigliaResultado de imagen de ricardo piglia
El cuento narra con una técnica que Borges había usado ya en "Hombre de la esquina rosada" y usaría después: está contado por un traidor y asesino como si fuera otro. Al que cuenta le cruza la cara "una cicatriz rencorosa" y circular. En un momento del cuento se enfrenta a un adversario que con una espada curva le marca la cara.Uno se da cuenta entonces de que quien cuenta es el traidor porque la cicatriz lo identifica. Borges sin embargo, sigue el relato y lo cierra con una explicación."Borges", dice, "yo soy Vicent Moon, ahora desprécieme.". Escuchó mi resumen del relato con gestos de afirmación y repitió en voz baja la frase "Sí...,ahora desprécieme".-¿No le parece que esa explicación está de más? Sobra, creo.Hubo un silencio. Borges sonrió compasivo y cruel.-Ah -dijo-. Usted también escribe cuentos...Yo tenía veinte años, era arrogante, era más idiota de lo que ahora soy pero me di cuenta de que la frase de Borges quería decir dos cosas.
Habitualmente si alguien lo encaraba en la calle para decirle "Borges, soy escritor", "Ah, yo también", le contestaba y hundía al interlocutor en la nada. Algo de esa delicada maldad y algo de tranquila soberbia tenía la frase "Este mocito impertinente cree que escribe cuentos..."
La otra aserción era más benévola  y tal vez quería decir:"Usted ya lee como si fuera un escritor, entiende el modo en que los textos están construidos y quiere ver cómo están hechos, ver si puede hacer algo parecido o en el mejor de los casos algo distinto." Escribir, me estaba diciendo, cambia sobre todo el modo de leer.Seguimos conversando un rato, más yo ya estaba atontado y avergonzado y como adormecido. Borges me hizo ver el escritorio circular de Groussac que él recorría con su mano espléndida y pálida, la mano con la que había escrito "Tlön, Upbar, Orbis Tertius" y "La supersticiosa ética del lector".
Me doy cuenta de que Borges ha sido siempre un cuentista clásico, sus finales son cerrados, explican todo con claridad; la sensación de extrañeza no está en la forma -siempre clara y nítida- ni en los finales ordenados y precisos, sino en la increíble densidad y heterogeneidad del material narrativo.Me acompañó amable hasta la puerta y antes de despedirme me dijo, como para que yo no olvidara su lección sobre las historia bien cerradas:-He conseguido una considerable rebaja, ¿no? -dijo divertido el viejo Borges.
En fin, me hundió, pero me reconoció como escritor, ¿no es cierto?, dijo Renzi. Yo había escrito dos o tres cuentos, horribles, mal terminados, pero en fin, las ilusiones tiene que ser confirmadas alguna vez por otro, aunque sea por medio de la humillación y el espanto. Por eso los jóvenes -y los no tan jóvenes- andan por ahí con sus escritos buscando que alguien les lea y les diga "Ah, usted también escribe", claro que ahora los suben a la web, pero igual les falta la certificación, que alguien -personalmente- les diga usted también está de este lado..."pp30,31

Ricardo PIGLIA, Los diarios de Emilio Renzi, Años de formaciónAnagrama,2015

lunes, 26 de junio de 2017

De Milton AVERY hasta Mark ROTHKO

 

 

Dentro del expresionismo abstracto  se desarrolló una tendencia gestual, la "action painting", -a la que pertenece la obra de Pollock -, que suponía la apropiación física del lienzo por el artista para volcar en él  su carga de dinamismo y energía que subrayaban los "drippings"  y, -paralelamente-, otra corriente  llamada "field"  que cultivaron  Mark Rothko, B. Newman y C. Still...con  amplias superficies de color que, en Rothko,  trascienden  en una sublimidad indefinible. 




                Milton Avery,1962


                                                                               Autorretrato, 1932
Con el tiempo se ha revalorizado la importancia que tuvo en la tendencia "field" la obra de Milton Avery (Nueva York 1885-1965), un  pintor de la generación anterior,  figurativo,pero que utilizaba grandes áreas  de color ensambladas a la manera de Matisse. Rhotko que fue su amigo y le admiraba, evidencia su influencia en el estilo de madurez de grandes rectángulos de bandas horizontales de color y vibrantes bordes .






Avery  vivió dedicado intensamente a la pintura y ha dejado una obra inmensa -durante años pintó un cuadro diario-, aunque no hubiera podid sobrevivir con su trabajo sin la ayuda de su esposa Sally que era ilustradora. 
Vivían en el Greenwhich Village y hacia las tres solían pasear hasta Whasington Square donde se sentaban en un banco al que  iban llegando los amigos  más jóvenes  de visita. Era modesto, ajeno a la vida bohemia y a la radicalidad política de los otros artistas aunque fueron tiempos duros:  la crisis del 29,  la gran depresión , los fascismos,la segunda guerra mundial, Corea...pero a Avery sólo le interesaba pintar.También era ajeno a la teoría: "¿Por qué hablar cuando se puede pintar?", decía. 

En los años treinta y cuarenta su estética matissiana y el alejamiento de los temas políticos le hicieron parecer anticuado y hasta retrógrado a muchos de los compañeros artistas aunque algunos, no sólo el radical Rothko, sentían que en sus pinturas había aspectos capaces de activar la propia creatividad.   
Avery no era un buen dibujante, -tampoco lo era Rhotko, recuerda Robert Hughes-, no tenía el don de su admirado Matisse de quien con genialidad señala Hughes: "En Matisse, no importa  cuán breve o esquemático pueda ser el trazo del lápiz que dice seno, ojo, cadera, casi puede sentirse el peso vivo del cuerpo, la relación orgánica de las partes, su accesibilidad al tacto". Nada de esto se encuentra en  Avery.

                           
                                     
                                    
                                                         


















             

Sus dibujos  son torpes sin duda pero fue un gran colorista y la estructura de sus cuadros la sostiene el color que aplicaba en capas finas y secas y en un único plano sin apenas modelado; en sus numerosas pinturas amplias áreas simplificadas de color vivo crean superficies  atrayentes y que trascienden el marco y lo representado. También fue el primer pintor americano en insistir en que la representación debía ser una superficie plana y la idea de la pintura como campo de color/ color field, nace con él.
Sobre la importancia de Avery  la  crítica y galerista Katharine Kuh cuenta de un día que hablaba con Rhotko sobre qué pintores admiraba y le habían influido: 
"Pero fue Milton Avery quien se llevó su alabanza más cálida y cabal, en un momento, además, en el que éste era poco conocido. Según Mark, había influido de forma decisiva en su propia obra y era un amigo querido. Al morir Avery en 1965, fue Mark quien pronunció la oración fúnebre. La sobretensión anticonvencional de Avery y sus a veces palpitantes zonas de color suscitaban una fuerte reacción en Rothko, al igual que el audaz desdén de aquel artista más viejo que él por los principios compositivos tradicionales. Mark se sentía a la vez conmovido y en cierto sentido liberado por el lirismo puro de Avery, que resultaba muy poco frecuente en los años cuarenta y cincuenta." 
Sobre la cotización de Avery, Hughes señala como en aquellos años  un cuadro de Avery costaba el diez por ciento de uno de Pollock. Y en los años ochenta añade: "igual que hoy, pero hoy los cuadros de Pollock valen millones".