miércoles, 12 de noviembre de 2008

Visita a "El palacio a las 4 de la mañana", con versos de Guillén y música de Satie.

.
"Mi padre y mi madrastra habían visto en Bloomington una casa de estuco que les gustó; buscaron un arquitecto para que copiase la fachada y luego juguetearon los tres con los planos interiores hasta que resultaron satisfactorios. Me enseñaron sobre el plano dónde estaría mi habitación.En poco tiempo se sentaron los cimientos de hormigón y se levantó la estructura y fue posible ver el tamaño real y la forma de las habitaciones. 
"Yo iba allí al salir del colegio y observaba trabajar a los carpinteros: pin, pin, pin, pan, pan, pan...Seguramente sabían  que yo esperaba a que recogiesen sus herramientas y se marchasen a casa  para trepar por el andamio, pero nunca me dijeron que no lo hiciera, ni me prestaron la menor atención. Y yo tenía la agradable sensación, cuando pasaba de habitación en habitación a través de la pared y no de la puerta, o cuando levantaba la vista y veía el cielo azul entre las vigas, de haber encontrado el modo de escapar a la realidad de las cosas. 
"Cuando paseando por el Museo de Arte Moderno, me encuentro con la escultura de Alberto Giacometti titulada "El Palacio a las 4 de la mañana", siempre me detengo a contemplarla, en parte porque me recuerda la casa nueva de mi padre en su aspecto inacabado y en parte por lo hermosa que es. Mide unos 75 cm de alto y es lo bastante conocida como para que no sea necesario que la describa" [...]
"En el Palacio a las 4 de la mañana pasas de una habitación a otra a través de las paredes. No necesitas puertas. Hay una puerta, pero está abierta, permanentemente. Si quieres pasar por ella y no te gustara lo que hay al otro lado, podrías darte la vuelta y regresar al punto de partida. Lo que ya está hecho no puede deshacerse. Fue allí donde conocí a Cletus Smith."...

MAXWELL, William.: Adiós.Hasta mañana.Siruela /otra edición en Libros del Asteroide


                                                       Esta obra de GIACOMETTI, tan frágil y  sugerente como  su título, parece un hechizo. Funciona como  "una máquina de producir sueños y emociones"   -la idea de máquina, unida a la arquitectura  moderna, que tanto gustaba a  Le Corbusier- . 
Así debió concebirla Giacometti condensando en ella toda su poética surrealista.Está hecha para ser recorrida a esa hora, precisa,esta vez en compañía de un poeta de la generación de 27,JORGE GUILLÉN,  contemporáneo de GIACOMETTI mientras suena música de  SATIE.



Alberto GIACOMETTI.1932-33, Diversos materiales, 73,5 cm altura.
 MoMA.Nueva York


IV

Espacio, noche grande, más espacio.

Una estancia remota,
De mí mismo remota en el palacio
De todos, de ninguno. ¿Compañía
Constante,
Soledad? No se agota
Cierta presencia, nunca fría.
¡Oh muchedumbre que también es mía,
Que también yo soy! No, no seré quien se espante,
Uno entre tantos.
No hay nada accidental que ya me asombre.
(La esencia siempre me será prodigio.)
Es invierno. Desnudos bajo mantos:
El hombre.
¿Tú? Yo también. Y todos.
La confusión, el crimen, el litigio.
¡Oh lluvias, sobre todos!
Gentes, más gentes, gentes. (Y los santos.)


GUILLÉN,J.: Cántico. Seix Barral.
         




PD.,22 agosto 2013./ enero 2014
 El palacio a las 4 de la mañana de Giacometti es una  obra que permanece en la memoria.A pesar de la admiración por  sus delgadísimos  personajes andando, uno de los cuales, Hombre caminando, 1960, de 1,80m., batió un record en 2010 al alcanzar en Sotheby's la  cifra de 140 millones de dólares, "El palacio a las 4 de la mañana" produce una conmoción  especial y no sólo a William Maxwell (editor de Nabokov, Salinger, Cheever, Updike,Isaac B. Singer...etc. y escritor él mismo ) que en  "Adiós, hasta mañana", muestra tener razones personales que  la  obra de Giacometti activa haciendo fluir recuerdos,  imágenes y emociones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario