Bruce Nauman, Indiana,1941.



lunes, 4 de enero de 2010

VELÁZQUEZ/ ¿es un velázquez, es un autorretrato? cosas que hacen especial a este pintor...

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En 1865, Edouard MANET escribía a Fantin-Latour, desde Madrid  :

"Cómo lamento que no estés aquí! ¡Qué gozo habrías experimentado viendo a Velázquez! Sólo él ya vale el viaje. Los pintores de todas las demás escuelas, que están a su alrededor en el Museo de Madrid y muy bien representados, parecen todos, en comparación con él, meros repetidores. Es el pintor de pintores"
y  añadía:
"Un retrato de Carlos V de Tiziano que tiene gran fama, que debe ser merecida, y que seguramente me hubiera gustado en otra parte, me parece aquí de madera,"
coincidiendo con lo   dicho doscientos años antes por un artista holandés  refiriéndose al cuadro que Velázquez, -en su segunda estancia en Roma-, había llevado a  la exposición anual  del  Panteón :"todo lo demás era pintura y ése sólo verdad," que es  la  cualidad que Julián Gállego cree específica de Velázquez .En el Museo del Prado, que visitaba Manet, había Tizianos, Tintorettos, Rubens,Rembrandts, Grecos, Goyas...



Retrato de hombre , durante la restauración en el taller del Museo Metropolitan,N.Y.

La pintura se expone desde el 16 de Noviembre  en el Metropolitan de Nueva York. Es el último Velázquez autentificado como tal, después de una delicada limpieza que se ha llevado a cabo temiendo que bajo  la capa de barnices  aplicados durante siglos, no quedara apenas pintura.
Pero lo aparecido conserva una excelente calidad, a pesar de tratarse sólo de una estudio preparatorio para el personaje -arriesgan algunos- que en el extremo derecho de La Rendición de Breda  mira directamente al espectador y es en sí mismo un modelo de la pintura-pura que practicaba el pintor sevillano desde su temprana madurez. Luz y color fundidos; captación de lo representado con inmediatez y naturalidad a pesar de haber sido muy pensado por  una personalidad reflexiva y compleja  como la de Velázquez que busca ser plásticamente veraz.

Velázquez, Retrato de hombre, h.1630, ól/lz, 68,6 x 55,2 (detalle)Metropolitan.Nueva York.
La pintura donada al Metropolitan en 1949 como "un velázquez", más tarde (1979) fue degradada a "escuela de Velázquez" y así permaneció otros treinta años. A partir de una reconocida calidad pictórica, la autentificación   se ha basado en criterios estilísticos: ciertas maneras específicas y reconocibles propias del pintor; se cree  podría corresponder a la pintura que en el inventario de bienes del pintor tras su muerte, aparece como "un autorretrato en el taller inacabado".El mundo del arte se ha conmocionado porque no sólo es una obra de un pintor de primer orden es además de uno de los de obra más escasa.

El recordado historiador  Julián Gállego, señala como específico de Velázquez:
"Una de las razones de la admiración que la pintura de Velázquez causa en la mayor parte del público actual es el hecho de que se entrega al espectador de los museos (...) como si se tratara de un pintor contemporáneo"
y para explicar esa falta de artificio visual, de calidad palpitante,  inmediata de los retratos de Velázquez cita a un contemporáneo del pintor, el también pintor flamenco Sandrart, que admirado ante el retrato de Juan de Pareja que Velázquez expone en el Panteón de Roma el día de San José de 1650 comenta: "todo lo demás era pintura y ése sólo verdad"
Que un retrato se pareciera al original era fundamental antes de la invención de la fotografía. No se podía despachar al comitente con un "Ya se parecerá" como hizo Picasso cuando realizó el imponente retrato de Gertrude Stein. El retrato pintado, a parte de otras funciones, era la presentación de alguien distante como en el caso de posibles contrayentes y no sólo de la realeza .Y Velázquez buscaba ese parecido y lo conseguía pero no utilizaba la minuciosidad pictórica para causar el efecto trompe l'oeil que "confundía" lo pintado con el original, como pretendían  las leyendas urbanas desde el griego Zeuxis.
En  sus  retratos , cuando se miran de cerca, las formas fluidas de rostros y manos, se fragmentan en pequeños planos de luz y color que la retina,  a la distancia adecuada, funde. Francis Bacon hablaba del asombro que le producía el complejo colorido de la boca de su Inocencio X ;Velázquez debió tener ciertos conocimientos de la fisiología del ojo  para practicar con  sabiduría esta técnica disociada tan moderna .

El Aguador de Sevilla.h1620 (detalle)
Velázquez joven en Sevilla, tiene 21 años,y sin duda, pese a lo que dice Jonathan Brown, debe pertenecer a su etapa sevillana, antes de ir a la corte de Madrid en 1623. 





Las Meninas son 1656 cuatro años antes de la muerte del pintor. En la imagen superior de la infanta Margarita, el zoom muestra la pincelada suelta, disgregada de Velázquez, su aplicación en el lienzo de cómo comprendía del funcionamiento de la visión. Y el "con poco conseguir mucho" que se decía de él refiriéndose a que utilizaba sólo las pinceladas justas para hacer visible lo que deseaba expresar. En este paradójico "retrato de grupo" Velázquez dilata la técnica de la perspectiva aérea llenando  de aire el espacio cúbico de la habitación del viejo Alcázar, que desaparecería en el incendio de la Navidad de 1732.
En Diego Velázquez también Julián Gállego aporta datos de interés para  entender esta manera de pintar. Relata el inventario de bienes que se hace a su muerte. Hay muebles de maderas nobles, tapices de Bruselas, cuadros, joyas y otras riquezas que denotan bienestar económico. Además otros objetos como anteojos y un vidrio grueso" ( lupa) y después de muchas enumeraciones algo perteneciente a lo maravilloso, un cuerno de unicornio ; así era Velázquez, un contemporáneo a pesar de ello de Descartes...
Pero lo sorprendente son sus libros. No enumera Gállego libros de devoción y sí en cambio: tratados de ciencias naturales, matemáticas, medicina, estudios de Leonardo, Vasari, Durero, Vignola, Palladio, Miguel Angel...,la Iconología de Ripa, las Metamorfosis de Ovidio, y algunos otros de no menor interés; su maestro y futuro suegro Francisco Pacheco era un pintor mediocre pero un hombre culto y bien relacionado con humanistas y aparte de actuar como un marchante avant la lettre, supo educar la indudable inteligencia de su yerno. A los libros citados habría que añadir alguno de astrología y ciencias ocultas...en la estela del unicornio.
                        Velázquez, autorretrato, ól/lz, 45 x 38. Museo de Bellas Artes, Valencia.
                         
Se ha planteado si la pintura rescatada es un autorretrato. Entre los autorretratos generalmente admitidos éste de Valencia no ofrece dudas. Si se piensa que el Retrato de hombre es un estudio para el caballero que en el ángulo derecho de La rendición de Breda, se dirige  hacia el espectador, con una mirada muy común en los autorretratos hechos con la ayuda de una espejo, habría que descartarlo. Porque no suele admitirse que ese trozo de pintura-pintura de La Rendición de Breda sea un autorretrato; lo sorprendente es la razón que para apoyar la negativa da Jonathan Brown, uno de los estudiosos más reconocidos del pintor y que reconoció en seguida la autenticidad de la pintura del Metropolitan

Jonathan Brown descarta que Retrato de un hombre sea un autorretrato porque, según Brown "con la rígida etiqueta de la corte de los Habsburgo habría sido inconcebible que Velázquez se atreviera a entrometerse en una escena histórica como la de Breda". Si no hay otras razones y buscando en su libro Velázquez no parece haber otras, es sorprendente. Todos los testimonios sobre la poderosa corte de los Habsburgo, incluso cuando está en declive con Felipe IV, avalan la distancia que un poder que fue inmenso, sacralizado y acentuado por la rígida etiqueta borgoñona heredada, establecían entre el monarca con sus súbditos; quienes sostiene que Velázquez y el rey eran amigos...simplemente sueñan; pero sorprende el argumento de Jonathan Brown cuando Velázquez se permite autorretratarse con la familia -así se llamaba el cuadro en el s. XVII- real en Las Meninas y en un lugar y escala no comparable a la de los reyes que aparecen como sombras coloreadas en un espejo empañado en la pared del fondo de la habitación de el Alcázar.
Si se trata de un autorretrato o no, es una cuestión secundaria; la pintura parece haber sido adjudicada por razones suficientes. El problema de las adjudicaciones y las autentificaciones en el mundo del arte es espinoso .Hay demasiados intereses en juego. A veces económicos, otras de prestigio, y alguna vez de simple cabezonería. Se ha visto recientemente con Goya. Un excelente dibujante hasta en sus figuras mínimas -y se puede comprobar en su obra constantemente- cómo va a haber pintado esos muñequitos de la parte inferior de El Coloso que corren despavoridos? La obra de Goya es inmensa...negar que El Coloso fuera suyo no le restaría nada, y más si se admite que la figura monumental del gigante está inspirada en otra obra de él...casi no se entiende la terquedad .

La rendición de Breda (Las Lanzas) h 1635 detalle. Museo del Prado.Madrid.(***pulsar para  apreciar el paisaje del fondo)
Velázquez, calmoso, sosegado, flemático; reflexivo y paradójico; con un alto concepto de sí mismo y su arte; ambicionando el ascenso social al que se cree con derecho, por reconocimiento de la dignidad de la pintura tal como él la practica y creyendo de hecho en la aristocracia de la inteligencia y del talento, en plena sociedad estamental...


Con un estilo decantado lleno de reflexión y de ideas plásticas; buen dibujante pero ganado por el color, como los venecianos...Con etapas que van de los asombrosos bodegones juveniles en los que sintetiza el naturalismo y las luces de Caravaggio, -cuyas obras llegan pronto a su Sevilla natal a través del importante puerto- y la pintura capaz de representar con minuciosidad las apariencias de los modelos y cualquier textura, de la colonia de pintores flamencos de la ciudad; o sus pinturas religiosas llenas de dignidad humana a pesar de las modas de la época tendentes a lo truculento y a la sobreactuación en el arte sacro; la misma dignidad con que trata a  bufones y reyes.
Aunque la mayor parte de su obra son retratos fue un soterrado paisajista : el fondo de La rendición de Breda es un espacio infinito en el que alterna planos de luz plateada y colores fríos pero luminosos y arrastra la perspectiva aérea hasta los confines de la inmensa llanura flamenca de forma asombrosa. 
(arriba:estudio para la cabeza del Apolo de La fragua de Vulcano donde se aprecia la gracia del dibujo de Velázquez/ aumentar)
Su verdadero oficio fue   Aposentador de Palacio, un funcionario de la corte; tal vez le quedó poco tiempo para pintar y su producción es escasa por esto, pero en ella abundan las obras maestras.No pinta personajes, retrata personas vivas; su Retrato de un hombre, sea o no  autorretrato parece que respira. La espalda de su Venus del Espejo, por poner otro ejemplo, podía ser la de una chica de hoy, con perdón de las maravillosas Venus de Tiziano y Rubens.
Velázquez aunque es un pintor figurativo,sospechaba que lo real es más que las apariencias, que la verdad es compleja y a veces múltiple, que no todo lo importante es racional,que con la belleza y el arte dos y dos pueden no ser cuatro y a través de sus cuadros le dice al espectador: no te dejes engañar, no es tan fácil como parece...el arte no es ciencia, es lo más parecido a la magia.




            Resultado de imagen de Catalogo de la exposición de Velazquez en el Prado en 1990
Entre las lecturas sobre el tema destaca Velázquez, catálogo de la Exposición en el Prado en 1990 porque fue hecho por tres personas de especial valía:el historiador Antonio Domínguez Ortíz,y los historiadores del arte, Alfonso E. Pérez Sánchez y Julián Gállego.

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