Bruce Nauman, Indiana,1941.



sábado, 21 de junio de 2008

TRES POETAS GRIEGOS, y 3.- C.P. Cavafis (dos poemas... largos)

Penélope y Telémaco en Ítaca esperan a Ulises, delante del telar, (cerámica griega, s.V a.C.)







Constantino Cavafis  (1863-1933),poeta de lengua y familia griega, nació y murió en Egipto,

A la muerte de su padre,Cavafis tiene siete años,y la familia  se traslada a Londres y Liverpool con el fin de poder controlar  mejor los negocios familiares, lo que da a Cavafis una educación inglesa, aunque vuelven a Alejandría a partir de 1907.

Su difusión en otros idiomas comenzó a partir de su amistad con E. M. Foster, en 1914.Es un gran poeta que llega con facilidad a los lectores por los temas que trata y sobre todo por la belleza expresiva que alcanza y la filosofía tan pegada a la vida con que los aborda.



Mapa de la Grecia Clásica. En rojo la pequeña isla de Ítaca, la patria de Ulises, a la que el héroe homérico regresa tras  la Guerra de Troya. Será  un largo viaje,  partiendo de las costas asiáticas cerca de los Dardanelos (Troya), atravesando el Egeo y deteniéndose en largas estancias. Tardará diez años en llegar a Ítaca, -veinte en total desde que salió de ella-, como si siguiera el consejo de Cavafis: "que tu camino sea largo", "mas no apresures el viaje",



ÍTACA

Si vas a emprender el viaje a Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias , en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus labios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas. (1911)





ESPERANDO A LOS BÁRBAROS



-¿Qué esperamos agrupados en el foro?
Hoy llegan los bárbaros.
-¿Por qué inactivo está el Senado
e inmóviles los senadores no legislan?
Porque hoy llegan los bárbaros.
-¿Qué leyes votarán los senadores?
Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.

-¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba,
y en la puerta mayor espera ahora sentado
en su alto trono, coronado y solemne?
Porque hoy llegan los bárbaros.
Nuestro emperador aguarda para recibir
a su jefe, al que hará entrega
de un largo pergamino. En él
escritas hay muchas dignidades y títulos.

-¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten
sus rojas togas, de finos brocados;
y lucen brazaletes de amatistas,
y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas?
-¿Por qué ostentan bastones maravillosamente cincelados
en oro y plata, signos de su poder?

Porque hoy llegan los bárbaros;
y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.

-¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores
a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?
Porque hoy llegan los bárbaros
que odian la retórica y los largos discursos.

-¿Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros.)
¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?

Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
Y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.

¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Quizá ellos fueran una solución después de todo. (h 1911)


Kavafis, K.: Poesías Completas. Hiperión.
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