Bruce Nauman, Indiana,1941.



jueves, 8 de mayo de 2008

ULYSSES Y FINNEGAN'S WAKE (según BORGES)

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JAMES JOYCE ES CONSIDERADO UN GENIO POR DOS LIBROS DIFÍCILES QUE LLEGAN HASTA LOS LÍMITES DEL LENGUAJE: ULYSSES Y FINNEGAN'S WAKE,
Harry Bliss, The New Yorker
                                                              


PERO TAMBIÉN ESCRIBIÓ DOS OBRAS MAESTRAS  ASEQUIBLES: RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE, AUTOBIOGRAFÍA NOVELADA DE JUVENTUD Y UN LIBRO DE RELATOS, DUBLINESES, DE UNO DE LOS CUALES HIZO JOHN HUSTON SU PELÍCULA , LOS MUERTOS.




BORGES HABLA DE ESOS LIBROS "DIFÍCILES" DE  JOYCE EN "CONVERSACIONES CON BORGES" DE ROBERTO ALIFANO (Debate 1986).




A.: Hace algunos años usted pronunció una conferencia titulada James Joyce y el lenguaje.En esa oportunidad usted señaló que el escritor irlandés y el lenguaje son dos ideas afines. Le propongo que hablemos de Joyce y de su obra capital, el Ulysses.

B.: Bueno, alguien dijo que el protagonista de Ulysses, y podía haberlo dicho también de Finnegan's Wake, es el idioma inglés. Ahora, el lenguaje es uno de tantos misterios que nos depara la realidad. Hay escritores en los cuales no sentimos el lenguaje, sentimos directamente su emoción o sus conceptos, pero, en el caso de Joyce, sentimos ante todo el lenguaje. Si leemos a Shakespeare o a Cervantes, por ejemplo, sentimos que nos están contando sus emociones; Cervantes nos cuenta un sueño, y ese sueño importa más que las palabras, y eso fue desde sus primeras obras. Yo recuerdo los primeros poemas y en ello no voy a negar que no había emoción, pero había sobre todo un cuidado muy consciente de las palabras.

A.: ¿O sea que podríamos definir al Ulysses y al Finnegan´s Wake como objetos verbales que viven por su cuenta y que pueden interponerse entre las emociones del autor y nosotros?
B.: Yo creo que sí. Ahora, Joyce dedicó su vida a las letras, eligió ese destino literario y fue fiel a él. El Ulysses es la aventura más audaz de toda la literatura moderna; pero no estoy seguro de que esta empresa haya salido victoriosa: Yo recuerdo ahora una frase que me parece muy feliz, de un juicio que puede ser severo y al mismo tiempo generoso, de Virginia Woolf. Ella dijo "Ulysses es una derrota, una gloriosa derrota". Es decir, ella admitió el fracaso, pero al mismo tiempo se dio cuenta de la audacia de esa aventura de la palabra.

A.: Virginia Woolf, que admiró a Joyce y que imitó sus procedimientos en muchos de sus libros...
B.: Sí, Virginia Woolf admiró debidamente a Joyce.


Sylvia Beach y Joyce en  la Shakespeare & Company.

A.: Y de Dublineses, uno de los primeros libros de Joyce ¿qué piensa?
B.: Ah, es un excelente libro de cuentos breves escrito a la manera, cautelosa de Arnold Bennet, o de uno de sus maestros: Gustave Flaubert. En ese libro Joyce nos muestra una gran imaginación, nos muestra una sensibilidad, sobre todo una sensibilidad dedicada a lo que sería siempre su tema, su estímulo; me refiero a la ciudad de Dublín. Una ciudad que sin duda él quiso mucho y que tiene que haber odiado mucho también.

A.: Todo eso se siente en Dublineses ¿no?
B.: Sí, Joyce nos muestra en ese libro un ambiente sórdido, personas muy limitadas; se complace en señalar esos límites y no busca hacer agradable al idioma. ahí ya se percibe, se va prefigurando el Joyce del Ulysses y de Finnegan's Wake.

A.: La escritura de ese día ,ya que Ulysses se desarrolla en veinticuatro horas, creo que le llevó a James Joyce más o menos siete años ¿no?
B.: Creo que sí. Joyce eligió para su libro un día cualquiera, un día trivial, o que él presenta como trivial, me parece que del año 1904. El Ulysses fue concebido como una epopeya, la epopeya de un día. Al cabo de ese día hemos estado quizá muchas veces en el infierno y alguna vez en el cielo.

A.: Yo recuerdo ahora, inevitablemente, un magnífico poema suyo que se llamaba James Joyce. Y donde usted empieza con este verso: "En un día del hombre están los días del tiempo".
B.: Bueno, ese poema yo lo escribí pensando en Joyce y me pareció prudente titularlo con su nombre. El Ulysses empieza a las ocho de la mañana y termina a la noche del día siguiente. Y hay especialmente dos personajes: Stephen Dedalus y Leopold Bloom; el nombre Dedalus corresponde al hecho de un arquitecto de laberintos, así se le puede ver a Joyce, como un arquitecto de laberintos.

A.: Dedalus es, también, el nombre del protagonista de su novela autobiográfica: A portrait of the artist as a Young Man.
B.: Sí. Eso ha sido traducido como Retrato del artista adolescente. El personaje, Dedalus,es el mismo. Ahora, a lo largo del libro los dos personajes, Dedalus y Bloom, van acercándose y están a punto de conocerse; luego, otras circunstancias, la intervención de otras personas los alejan. En los capítulos finales se vuelven a encontrar. Entre ellos hay una relación que podría ser la de Ulises y Telémaco, salvo que no es una relación física. Bloom se siente como padre de Dedalus y cree que Dedalus siente también al final esa misma atracción. Fuera de una discusión sobre la obra de Shakespeare -Shakespeare está presente en toda la obra de Joyce- todo lo que ocurre durante ese largo día es trivial.[...]

Sylvia Beach y Joyce en la Shakespeare & Company.

A.: Borges, yo me atrevería a decir que los libros de Joyce quizá no han sido hechos para la lectura, sino para el análisis ¿le parece disparatado lo que digo?
B.: No, no, creo que tiene razón. Y agregaría que esas dos grandes obras de Joyce también han sido hechas para la fama del autor (...)

A.: Borges, ¿usted piensa que Joyce utiliza el simbolismo homérico para dar una versión integral de la experiencia humana?
B.: Yo creo que sí. Pero esa visión no alcanza a ser integral. Al cabo de la lectura del Ulysses el lector tiene la sensación de un caos. Sin embargo la obra abunda en simetrías y ese caos es más bien un cosmos, pero un cosmos secreto. Con los personajes sucede otro tanto. Lo que yo guardo en la memoria no es la personalidad de Stephen ni de Leopold, que son dos individuos de los cuales sabemos miles de circunstancias, pero que nunca conocemos. Yo, por ejemplo, sé que conozco a Martín Fierro; estoy seguro de conocer a Alonso Quijano. En cuanto a los personajes de Joyce, yo sé miles de hechos de ellos, todos los hechos posibles pueden encontrarse en la novela, pero no los conozco íntimamente. Lo que a mí me ha quedado de la lectura de Joyce son algunas líneas espléndidas. Esas líneas han quedado como versos en mi memoria, yo tengo la sensación de haber compartido el largo día de esos dos hombres, de los dos dublineses Stephen y Leopold, pero tengo también la sensación de que no les conozco, de que no alcanzan a ser del todo humanos.

A.: Finnegan's Wake no tiene traduciones al castellano ¿verdad?
B.: No. Y creo que es imposible ensayarla. Bueno Finnegan's Wake significa esto: hay una balada irlandesa, una canción popular irlandesa, cuya música Joyce cita al principio de la obra, que se titula el velorio o el velatorio como usan los españoles. Luego viene la historia que es ésta: hay un albañil llamado Finnegan, que se mata al caer de un andamio. Se celebra el velorio, hay música, la gente se emborracha y el muerto decide salir del ataúd para bailar con los otros. Joyce quería que el lector encontrara en Finnegan´s Wake el concepto de tiempo circular...Joyce tomó entonces la palabra Finnegan (fin tendríamos en francés o en castellano; luego wake, velorio, la idea de despertar) y dio una noción de tiempo circular.

A.: Esa idea de tiempo circular ¿la percibe el lector?
B.: Quizá no. Finnegan's Wake abunda en simetrías, lo mismo que el Ulysses, pero esas simetrías no son perceptibles para el lector, son perceptibles sólo cuando han leído las explicaciones de un especialista [...]
A.: ¿De modo que usted desecha toda posibilidad de traducción al idioma castellano de Finnegan's Wake?
B.: Sí. Es una obra donde lo esencial son las palabras, creo que es muy poco lo que queda si eliminamos las palabras. A lo sumo queda la fábula, pero la fábula es lo que menos importa. (1986)


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