Bruce Nauman, Indiana,1941.



sábado, 24 de enero de 2009

ANDREA MANTEGNA /INGER CHRISTENSEN : La habitación pintada

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San Giorgio ,  el  palacio ducal de Mantua,  centro de la corte de los Gonzaga,  donde Mantegna pintó la Cámara de los Esposos. Aunque el verdadero centro del primer Renacimiento fue Florencia, también los pequeños estados italianos, Mantua,Ferrara, Urbino, Milán... competían en el fomento de las artes que se habían mostrado útiles como forma  de ennoblecimiento y demostración de poder.



¡Qué bello llevar el cielo atado de un cordel
y desplegarlo ante la gente que mira embobada!


¿Qué sería mi pavo real sin su cola?
Amo a estos pájaros grandes y tontos,
que arrastran tras de sí la bóveda celeste,
que descubren lo que quisieran ocultar:
que el cielo es una cueva subterránea
en el fondo de una tierra aún mayor.
¡Qué bello llevar el cielo atado de un cordel!

[...]
¡Qué bello llevar el cielo atado de un cordel
y escuchar las palabras roncas de un pavo real!



INGER CHISTENSEN, la poeta danesa creó un universo de lenguaje ritmico, preciso y de alta densidad poética.Había nacido en Jutlandia en 1935 y ha muerto el 2 de este mes de enero. 

En la novela corta La habitación pintada (Ediciones del Bronce 1999), a la que pertenecen estos versos, fabula con la realidad del Mantegna que pinta la Camera degli sposi en la corte de los Gonzaga en Mantua y las andanzas amatorias y políticas del humanista Eneas Silvio Piccolomini que llegó a ser el Papa Pio II.


En la narración  Bernardino, el hijo de Mantegna de diez años, aportará con ingenuidad algunos datos  sobre la pintura de su padre. Inger Christensen nos permite recordar a uno de los grandes artistas  del Renacimiento, a pesar de no ser florentino pero que vivió en la Padua humanista  y  con una relación personal muy estrecha con Venecia.



Andrea MANTEGNA, nació en el límite entre Padua y Vicenza. Su padre era un modesto carpintero y para que Mantegna pudiera aprender el oficio de pintor le colocó en el taller de Francesco Squarcione como hijo adoptivo y así consta en un documento del gremio de pintores de Padua fechado en 1441.

Cuando Mategna nació,en 1431, Florencia  estaba en pleno Renacimiento: ese año hacía ya tres que Masaccio, el primer pintor renacentista había muerto. Brunelleschi, estaba construyendo la gigantesca cúpula de Santa María de las Flores y Donatello acababa de terminar el David de bronce, el primer desnudo de tamaño natural y la primera escultura totalmente exenta desde la Antigüedad Clásica.

Padua no era un lugar central en el Quattrocento, pero tenía particularidades que podían resultar muy estimulantes para un joven con talento e inquietudes:
-  Una Universidad de las más antiguas y prestigiosas de Europa, interesada en el conocimiento filológico de la Antigüedad e impregnada de los valores antropocéntricos del Humanismo. Seguía la orientación  iniciada por Petrarca en el siglo XIV 
- En el centro de la ciudad, en el lugar en que en tiempos romanos estuvo un anfiteatro estaba (y está) desde el siglo XIV la Capilla Scrovegni , un edificio pequeño de una sola nave con las paredes llenas de frescos de Giotto, que ya “presentían” el Renacimiento por el sentido volumétrico de las figuras,  el espacio tridimensional y la mímesis, la imitación de lo que se suele llamar "realidad".
- Y también, los artistas toscanos que permanecían temporalmente en Padua o alrededores: Andrea del Castagno, Paollo Uccello…, y sobre todo la presencia mantenida de Donatello, que trabajó primero en la Basílica de San Antonio y más tarde realizó para la ciudad la primera escultura ecuestre monumental -desde la de Marco Aurelio en el siglo II-, del condotiero Gattamelatta. Además de la cercanía a Venecia, que pronto desarrollaría una escuela  pictórica  de primer orden.


PADUA.- Capilla Scrovegni o de la Arena, con las paredes llenas de frescos de Giotto de h 1306.

Squarcione no debió ser un gran maestro y sus pupilos se sentían explotados por él, pero coleccionaba restos antiguos: mármoles, monedas, inscripciones y ello contribuyó a estimular el interés de Mantegna por la Antigüedad cuyos vestigios buscaba con pasión y acabaron inspirando sus obras. Más tarde el contacto con humanistas, paduanos o no, le acercaron a las ideas propias del Humanismo y contribuyeron a dar a sus obras atributos renacentistas tanto por sus características formales como por su espíritu.


En 1453, un año señalado  por la Caída de Constantinopla y el fin de la Guerra de los Cien Años, -y que los historiadores  utilizan como fin de la Edad Media y comienzo de la E. Moderna-  fue también muy importante en lo personal para Mantegna.

Tenía 22 años y se casó con Nicolosia Bellini, hija de Jacoppo Bellini y hermana de Gentille y Giovanni Bellini, la familia de pintores más importantes de Venecia y el origen de la “escuela veneciana”. Giorgione, Tiziano, Veronés, Tintoretto…la pintura-pintura. Cuando se ven algunas madonnas de Mantegna no se puede evitar preguntarse si Nicolosia sirvió de modelo…y si fue un matrimonio por amor o de conveniencia, o ambas cosas.


Mantegna era un excelente dibujante; sus grabados alcanzaron pronto difusión europea y fueron admirados y estudiados.  Durero los conocía y, junto con sus viajes a Italia, contribuyeron a que el artista alemán fuera el más meridional, el más italiano, de los pintores al norte de los Alpes,  El dominio de la perspectiva por Mantegna, -la invención del  florentino Brunelleschi-, fue total y hay dos momentos  donde  la emplea  con un dominio técnico y una capacidad de invención poco comunes: La Cámara de los esposos en el castillo de San Giorgio de Mantua que pintó por encargo de Ludovico Gonzaga y el Cristo Muerto de la pinacoteca de Brera.

En la primera hace un homenaje a la Antigüedad y abre una puerta hacia el futuro, sobre todo al Barroco y sus aperturas a cielos  infintos. El estilo de Mantegna se caracteriza  por la  expresividad del dibujo y el dominio  de las posibilidades de la perspectiva; por la búsqueda de las proporciones, la plasticidad de las figuras, una cualidad estatuaria que remite a Giotto, y más cercanamente a Donatello. Y estaba tan cerca de Venecia, tan ligado a los Bellini que también sabía utilizar con maestría el color.


Después de indepndizarse a los 17 años de su maestro Squarcione por el que se sentia explotado, en 1459, Ludovico Gonzaga, señor de Mantua le convenció para que se trasladara a su corte. En Mantua, salvo breves viajes a Roma y otros lugares, permaneció toda su vida; trabajando para los Gonzaga, primero para Ludovico y luego para Francisco II Gonzaga y su esposa Isabel de Este.Allí , en el castillo de San Giorgio, realizó una obra extraordinaria que no se parecía a nada conocido y que iba a ser el inicio de una serie de techos fastuosos abiertos hacia el cielo y paredes sustituidas por extensos paisajes : La cámara de los esposos.


Es una habitación de 8 x 8 m. pero Mantegna con imaginación, talento, ingenio y un prodigioso dominio de la perspectiva la amplió, por medios ópticos, hasta el infinito horizontalmente; y verticalmente, de la misma manera, la comunicó directamente con el cielo, o con el cosmos como sucedía con el enorme lucernario del Panteón de Roma. 

Cuando la familia Gonzaga y sus invitados entraron en la habitación el día se su inauguración, el 8 de agosto de 1474, debieron maravillarse. Si miraban al techo se encontraban con un lucernario rodeado de una barandilla con puttis, personas “reales”, como su señora de la casa Bárbara de Brandemburgo incluso un pavo real, y al fondo las nubes y el azul del cielo , como si fuera “real” en vez de pintado en un perfecto trompe l’oeil. Pero si miraban a las paredes. estas no existían, estaban ellos mismos y personajes de la corte de Mantua en medio de jardines o paisajes campestres. 

En la pared norte, Ludovico Gonzala, su esposa Bárbara de Brandemburgo, bajo guirnaldas de flores y frutas, rodeada de sus hijos y su corte .En la pared oeste se representa el encuentro de Ludovico y su hijo Francesco ya cardenal, y todos sobre un fondo de paisaje que se prolonga hacia el fondo y donde se divisan construcciones que desean recordar ciudades romanas o la misma Roma. Sobre la puerta una cartela sostenida por puttis hacía constanr en una inscrpción :" Al ilustrísimo Ludovico, segundo marqués de Mantua, príncipe óptimo y de fe inigualada, y a la ilustre Bárbara, su consorte, incomparable gloria de las mujeres; su Andrea Mantegna, paduano, hizo esta modesta obra en su honor el año 1474”.


                                      Ludovico Gonzaga y su esposa Bárbara de Brandemburgo (det.)




La habitación pintada

Técnicamente es una pintura al fresco, pero fresco seco, con el que se pueden lograr colores más intensos aunque resulta más dificil de ejecutar . En la novela de Inger Christensen, Bernardino, de diez años, hijo de Mantegna cuenta:


” No hemos ido a ninguna parte este verano, porque mi padre ha estado trabajando todo el tiempo, y todavía no ha terminado.

Pinta imágenes en todas las paredes de una gran habitación, allí arriba, en el castillo, y yo lo he ayudado a mezclar los colores, y también lo he ayudado con todo lo demás que hay que hacer, porque no se puede pintar sin más sobre las piedras que hay.



Antes, tenemos que mezclar la cal con la arena en una argamasa espesa que luego arrojamos sobre la pared y extendemos rápidamente para que quede bien lisa. Le damos otra capa, ésta más fina, que luego debemos mantener húmeda todo el tiempo, no mojada, sino lo justo para que se puedran dejar marcas con los dedos. Mi padre se pone furioso si la mojamos demasiado, o si se seca demasiado pronto, porque entonces el color no liga bien con la cal, dice, y todo se estropea…. (y sigue) También soy el encargado de ir, cada mañana, a por la leche para los colores. Yo mismo ordeño las cabras y cuando tenemos prisa, se necesita mucha leche…(…)Este verano mi padre ha tenido nueve ayudantes, sin contarme a mí. Lo único en que no deja que nadie le ayude son los rostros y el cielo y el paisaje del fondo..[...]
TIZIANO.1536. Isabel de Este, duquesa de Mantua.
LEONARDO. Retrato inacabado de Isabel de Este.(Florencia 1474-Mantua 1539)Fue una gran mecenas de las artes que protegió, entre otros, a Mantegna y a Leonardo y fue retratada por Leonardo y Tiziano.

Muerte de la Virgen. El cuadrito de El  Prado (54 x42 )formaba parte de un retablo que pintó Mantegna h.1461 que perteneció a Carlos I de Inglaterra, el rey que fue decapitado en 1649 y cuya fabulosa colección de arte se subastó después. 

En esa subasta Felipe IV de España la adquirió además de otras pinturas. A pesar de su tamaño en el paisaje que forma el fondo se muestra que también Mantegna había aprendido el virtuosismo y la sensualidad en la utilización del color de Venecia.

Lamentación por Cristo Muerto.h 1490.Témpera sobre tela. Pinacoteca de Brera.
Aparte de un cuadro religioso traspasado por el pathos es un tour de force de la perspectiva llevada a cabo como un escorzo total: el cuerpo de Cristo, perpendicular al plano, "abre" la bidimensionalidad del soporte para realizar la pintura como ventana, por la que se cuela la tridimensionalidad del mundo, que inventó el Renacimiento.

VASARI, En las "Vidas"dice de Mantegna, a pesar de no ser toscano, que para él era lo máximo en arte:"las obras que hizo en Mantua le hicieron ganar tal fama en Italia que en pintura no se oía otra cosa más que el nombre de Mantegna". 

Quedan testimonios parecidamente elogiosos de Ariosto, Castiglione y otros escritores e historiadores de la época y ...la crítica actual le sigue valorando igualmente.



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HEMINGWAY y los Mantegna de Milán .

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