Durante los últimos veinticinco años de su vida, el poeta ruso Joseph Brodsky (Leningrado, 1940- Nueva York, 1996) escribió ritualmente poemas especiales para la Navidad. Aunque es casi imposible la versión bilingüe con alfabeto cirílico incluido, la traducción de Svetlana Maliavina y Juan José Herrera en Visor, suena muy bien y logra transmitir un poema mágico por la mezcla de ingenuidad y sabiduría.
Junto a los versos, los ángeles cantores de Piero della Francesca y la solemnidad de la Overtura de El Mesias de Haendel sirven para recordar esta época del año.
25. XII. 1993
¿Qué hace falta para un milagro? A una zamarra de pastor,
un granito de ayer y una pizca de hoy
y mañana, añádeles a ojo
un trocito de espacio y una miga de cielo.
Y el milagro se hará. Porque los milagros
gravitan en torno a la tierra y guardan
nuestras direcciones. Y tanto es su afán por encontrarnos
que incluso en el desierto dan con quien lo habita.
Y, si dejas tu casa, al despedirte,
enciende la estrella de cuatro velas
para que ilumine el mundo vacío, y te siga
con su mirada por los siglos de los siglos.
1993
Joseph Brodsky, Poemas de Navidad, Visor
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